Los vecinos que tienen sus viviendas al borde de la carretera en el núcleo de Os Tornos, en el límite con el concello de Sada, reclaman desde hace un año y medio la instalación de infraestructuras básicas como red de saneamiento, suministro de agua potable y aceras.

Estos residentes instalaron pancartas de protesta en la entrada de sus viviendas, en postes y señales de tráfico, visibles para todos los conductores, a finales de 2009. Una de estas pancartas sigue en su sitio, adosada a un poste de teléfono, pero los servicios que reclaman siguen sin ser una realidad.

"El único cambio desde que se instaló la pancarta es que al lado nos colocaron el puente por donde pasa la vía ártabra. Tenemos otra carretera, es lo único nuevo que nos han puesto", señala una vecina con ironía.

"Vecinos de los Tornos necesitamos alcantarillado, agua potable y aceras. Oleiros, un concello para vivir", es el mensaje que figura en la pancarta que aún está instalada al borde de la carretera que une Meirás con Santa Cruz. En esta zona de Os Tornos el suelo es rústico, por lo que según apuntan otros vecinos cercanos, no se pueden instalar servicios.

Los residentes en este núcleo de Os Tornos hace muchos años que denuncian el "estado de abandono" en que está esta zona del municipio de Oleiros. No sólo carece de infraestructuras básicas sino que muchos residentes se han visto muy perjudicados por las obras de la vía ártabra. En agosto de 2009 se derribaron dos viviendas que estaban al borde de la carretera pues el trazado de la vía ártabra pasaba casi por encima. Enfrente, otra vivienda está prácticamente sepultada por un talud.

La ártabra atravesó su jardín y ahora las ventanas desde las que veían el bosque y los pájaros dan a un muro de tierra y, próximamente, tendrán vistas a los vehículos que circulen por la nueva carretera, situada en lo alto del talud. Las expropiaciones realizadas y el importe de las indemnizaciones también fue muy criticado por estos oleirenses, que señalaron el bajo precio que pagó la Xunta.

Algunos afectados rechazaron la valoración de sus bienes y el justiprecio tendrá que decidirlo el Jurado de Expropiación de Galicia. "En esta zona no nos vienen más que problemas", afirma un residente.