Fisterra, el municipio más visitado de A Costa da Morte, se ha convertido en los últimos años en el epicentro del intrusismo hotelero y este tipo de prácticas se incrementa cada día. La Asociación Profesional del Sector Turístico da Costa da Morte (Aptcm), que ya lleva tiempo advirtiendo de estas irregularidades, presentó hace unos días en la Inspección de Turismo de la Xunta una denuncia en la que se recogen datos de ocho actividades ilegales en inmuebles de esta localidad con el fin de erradicar de una vez por todas este tipo de prácticas, que suponen una competencia desleal para los establecimientos turísticos.

Según explican desde la entidad, los socios han detectado un incremento de establecimientos ilegales en toda la comarca, aunque el caso más preocupante es el de Fisterra. "Basta acercarse a esta localidad para darse de cuenta de todo el negocio ilegal que se está desarrollando en torno a los peregrinos", advierten desde Aptcm.

En las etapas de mayor afluencia de peregrinos es habitual ver a personas particulares abordar a los caminantes para ofrecerles un lugar donde poder dormir, por un precio asequible muchas veces, pero sin ningún tipo de garantía y desconociendo el interesado que se trata de un negocio ilegal en la mayoría de las ocasiones. El presidente de Aptcm, Manuel Pan, asegura que el mayor negocio para los establecimientos irregulares son los peregrinos, a los que suelen ofrecerle una habitación en casas particulares. Los interesados inventan todo tipo de excusas para convencer a sus víctimas como que los albergues están llenos y no hay plazas disponibles y cualquier otro tipo de disculpas.

Otra de las prácticas habituales es ir a esperar a los visitantes que se bajan del autobús cuando llegan al Fin del Mundo, según explican desde Aptcm. La entidad muestra su preocupación porque esta práctica se incremente durante la época estival, ya que los empresarios están muy afectados por este tipo de competencia desleal y por la imagen que se traslada del sector al exterior.

"La imagen de nuestro sector sale muy perjudicada, ya que en los establecimientos ilegales no se garantiza ninguno de los requisitos básicos en materia de higiene, limpieza..., por no hablar de la calidad del servicio", aseguran desde la Asociación de Turismo da Costa da Morte. Desde allí canalizan las denuncias de este tipo que le trasladan sus socios garantizando siempre su confidencialidad. La asociación reconoce que para la inspección de turismo es un trabajo complejo porque muchas de las actividades que denuncian los socios "son complicadas de demostrar", aunque confía en que dé resultados.

La entidad ya había denunciado hace meses prácticas similares en Fisterra y otros municipios de la comarca como Laxe y Cabana, que dieron como resultado varias inspecciones en la zona y durante un tiempo se consiguió reducir este tipo de prácticas. Manuel Pan asegura que a raíz de esas denuncias también se dieron de alta como viviendas vacacionales muchos establecimientos que operaban de forma clandestina.

El representante del sector anima a los responsables de los negocios ilegales a darse de alta, ya que, según explica, tiene un coste "muy pequeño" y confía en erradicar este tipo de irregularidades. Insiste además en que estas prácticas dañan la marca de turismo de calidad que se quiere vender en la comarca.