Es la lucha por la superveniencia tras perderlo todo en el terremoto que ya suma 577 muertos. Buscan agua y comida entre los escombros de lo que antes era el almacén de una tienda de alimentos. Los servicios de emergencia tratan de impedirlo. Aquí, hace unos días, se rescataron varios cadáveres. Pero esta advertencia no parece preocuparles. Están desesperados. Las donaciones y ayudas siguen acumulándose y llegan a la población a cuentagotas. Mientras, la búsqueda de supervivientes no cesa. Los servicios de rescate siguen rastreando casa por casa. Existe peligro de derrumbe por los cientos de réplicas que todavía se sienten en toda la zona.