Comienza la temporada el puertorriqueño-español (San Germán, 1967) con grandes expectativas. A 'Sicario', película fronteriza sobre el tráfico de drogas, se suma 'Un día perfecto', su debut como protagonista en el cine español, que ha rodado a las órdenes de Fernando León y en la que da vida a un cooperante en zona de guerra que sueña con volver a casa.

¿Cómo usted por aquí?

Pues porque después de recibir el Goya por Che decidí seguir de cerca el cine español y colaborar en él cuando hubiese una buena oportunidad. El guión de Fernando León era lo que andaba buscando.

Mambrú, su personaje, comparte nombre con el de una popular canción infantil.

Es un guiño humorístico. Hay muchos en la cinta. Conozco Mambrú se fue a la guerra, me la cantaba mi madrina de pequeño, y yo pensaba que se refería a un soldado puertorriqueño. De mi personaje me gustan su corazón y sus faltas. No es un ser perfecto.

En la película se habla de camaradería, de solidaridad, de pacifismo. ¿Cree que son valores en alza?

No sé si en alza, pero sí fundamentales para el ser humano, aunque ahora otras cosas, justo las contrarias a estos valores, están por encima.

¿Cómo ve la actual explosión latina en Hollywood?

Con un poco de envidia. Cuando yo intentaba abrirme camino lo tenía doblemente difícil por ser hispano. Ahora no es así y hay trabajo para Banderas y para Bardem, y luego están los tres amigos mexicanos, Cuarón, Iñárritu y Del Toro, en posición de tomar decisiones importantes en películas de alto nivel.

Hace poco hizo una de superhéroes, Los Guardianes de la Galaxia. ¿Se siente más cómodo en el cine comercial o en el de autor?

En cualquiera de ellos, siempre que la película tenga algo de originalidad y los cineastas sean interesantes.

Se le considera un intérprete muy selectivo, que puede pasar años sin trabajar si no encuentra lo que busca.

El actor no elige las películas, pero elige entre las películas para las que le seleccionan. Siempre se puede decir que no. Me gustaría hacer una buena comedia, por ejemplo. Intento meter algo de humor a mis interpretaciones, pero puede ser que no me salga bien.

Traffic, por la que recibió el Oscar, ¿marca un antes y un después en su carrera?

Creo que sí, aunque mi proceso como actor no ha cambiado nada. Ahora tengo acceso a grandes producciones y a títulos muy destacados. Hasta entonces casi ninguna de las películas en las que participé - incluyendo Sospechosos habituales- estaba respaldada por los estudios.

Fue usted el actor más joven en interpretar a un malo de James Bond. ¿Cómo fue esa experiencia?

Surrealista. Hice Licencia para matarpensando que, a partir de ese momento, todo iría ya cuesta abajo en mi carrera. Luego llegaron Snatch, cerdos y diamantes,21 gramos o Che para demostrarme que me equivocaba.

¿Llegó a admirar a este último?

En efecto. Yo creo que desde siempre. Por sus rasgos de carácter: idealismo, tesón. Cuando hago un personaje así suelo estar de muy buen humor.