Ana Fernández vuelve a ver la luz al final del túnel. La actriz ha comenzado a rehacer su vida meses después de la trágica muerte de su novio, el cámara Santi Trancho.

La protagonista de Sólo Química ha asegurado que su familia y amigos han sido su verdadera medicina contra la tristeza: "Me rodeo de amigos muy payasos y muy anormales. Además tengo un humor muy fácil y muy negro, si quiero, y me río bastante".

¿Con ganas de trabajar?

Sí, con muchas ganas que hace mucho que no hago tele y ya toca coger ritmo, empezar con los madrugones y el llegar a casa super cansada que aunque los que madrugáis mucho y tenéis un trabajo todos los días decís que no os gusta pero los que no lo tenemos también lo echamos de menos.

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Yo no sé. Cuando acabó a él se le cambiaban los ojos a su personaje a mí no se me cambiaba nada. Depende lo que quisieran hacer conmigo. Los seguidores de Los Protegidos son bestiales y es que hace días era trending topic por el cambio físico que ha sufrido Mario que evidentemente ha crecido y estaba fuera y me empezaron a escribir. Nos quieren mucho y si se les ocurre, pues genial.

¿Estás ahora en una época de cambio?

No, pero de la revolución ha sido porque este verano no he parado de un sitio para otro. Tenía ganas de volver a casa con mi perrita y hacer las cosas que todo el mundo tiene que hacer, los bancos, los médicos y esas cosas.

¿Tú cómo te encuentras?

Pues es que me rodeo de amigos muy payasos y muy anormales y además tengo un humor muy fácil y muy negro, si quiero me río bastante. Intento aprovechar cualquier broma o cualquier cosa para reírme.

Es una buena terapia

La risoterapia es maravillosa y con los amigos y gente que es buena a mi lado que es lo más importante.

¿La familia también muy importante?

Sí, al menos la mía es maravillosa estupenda y nos peleamos como todos pero son muy guays.