Hace casi 20 años que el joven periodista valenciano Arturo Valls abandonaba la carrera para dedicarse al reporterismo loco de "Caiga quien caiga", primer programa televisivo que marcó el inicio de su carrera, pero ahora va a ser él quien se lo apueste todo en un proyecto cinematográfico "más loco todavía".

Sin perder la sonrisa, como es habitual en este actor ocasional y conocido protagonista de populares campañas de publicidad, Arturo Valls (Valencia, 1975) confiesa, en una entrevista con Efe, que los productores de cine españoles son reticentes a confiar en los actores que hacen "televisión, entretenimiento o publicidad" para sus proyectos más "serios".

Valls, Premio Ondas 2104 como mejor presentador de televisión, Fotogramas de Plata en 2006 y cuatro veces ganador del Neox fan Awards, además de presentador en activo de "Ahora caigo" en las tardes de Antena 3, asegura que "acabar con esos prejuicios" fue uno de los motivos que le empujaron a probar en la producción: "Si Mahoma no va a la montaña -ha dicho-, pues ya voy yo".

"Hay gente que se compra un coche, o zapatos o bolsos, en cuanto gana dinero, yo me compré un guion (...) A mí me aportaba mucho más invertir en cultura que en algo más material", se sincera.

Así, explica, le pidió a sus amigos de "Cámera Café" Pepón Montero y Juan Maidagán, que escribieran una historia; empezó a buscar financiación, se asoció con un productor jovencísimo, Félix Tusell -tercera generación de la productora en activo más antigua de España, Estela films- y consiguió el apoyo de Atresmedia.

Ahora ya están "a punto de terminar el rodaje", dice con orgullo Valls, también doblador en cintas como "Madagascar", "Futbolín" o "Bob Esponja", además de secundario en "Torrente 2: Misión en Marbella", "Perdiendo el Norte" o "Rey Gitano".

"Los del túnel", que ha contado con 2,5 millones de euros de presupuesto y siete semanas de rodaje fundamentalmente en Madrid y alrededores, es una comedia "menos de chiste y más costumbrista, con personajes muy reconocibles, que empieza cuando otras acaban".

En concreto, detalla Valls, "Los del túnel" responde a la pregunta que se hace el espectador sobre lo que les pasa a los personajes de las películas americanas de catástrofes, "cuando acaba la música y la cámara se levanta al cielo".

Ya sin poder contener la risa, apunta que, en el guion, "todos los personajes celebran la vida, se están convirtiendo en mejores personas, se hacen propósitos de querer más a sus padres, de dejar de beber..., menos uno".

Su personaje, un comercial llamado Toni, se parece muchísimo a Jesús Quesada, el personaje que hacía Valls en "Cámera Café".

Se trata de supervivientes del derrumbamiento de un túnel, personas que han visto cómo su vida llegaba al límite y, de ser americanos, explica Valls, "irían a hacer terapia... Estos se van a cenar los jueves, que es mucho más español".

"Los del túnel" solo salva "el espíritu" de la serie de televisión y su tono de comedia, aclara Valls, y añade que fue así porque "ni Pepón, que dirige la cinta, ni Juan querían guiños que pudieran despistar", de modo que eligieron algunos actores novatos, como Abraham Fuya, un auténtico "robaplanos", en opinión del productor, y otros de tanta solvencia como Natalia de Molina.

Valls también ha jugado, como ya hicieran Santiago Segura o Álex de la Iglesia, a incorporar al reparto a la musa del cine catalán de los años sesenta, la modelo y actriz Teresa Gimpera, de 79 años, o a Jesús Guzmán, el eterno cartero de "Crónicas de un pueblo".

Con ellos, Neus Asensi, Marta Fernández Muro, Raúl Cimas, Manolo Solo, María Jesús Hoyos, Alex Batllorí o Nuria Mencía.

No es De Molina, la ganadora del Goya por "Vivir es fácil con los ojos cerrados" en 2014, la única con un "cabezón" en esta película.

El equipo técnico, presume Valls, cuenta con varios premios Goya, desde la montadora Mapa Pastor ("Celda 211") al director de arte José Luis Arrizabalaga ("Las brujas de Zugarramurdi").

"Los del túnel" analiza "las miserias humanas y las tragedias de cada uno" y se ríe de ello, apunta Valls, y lo hace del mismo modo que se hacía en "Cámera Café". Por ello, está convencido de que el público al que gustará la película será muy variado.