Mireia Belmonte logró la séptima medalla para la natación española en la historia de los Juegos Olímpicos, tras colgarse el bronce en la final de los 400 estilos.

Cuatro años después de inaugurar su palmarés olímpico, la catalana sumó a las dos medallas de plata logradas en Londres en los 200 mariposa y los 800 libre, un bronce tras concluir tercera en la prueba larga de estilos.

La natación española logró su primera medalla olímpica en los Juegos de Moscú 1980, en los que David López Zubero se colgó el bronce en los 100 mariposa.

El mismo color del metal con el que se alzó ocho años más tarde, en los Juegos de Seúl 1988 Sergi López, tras concluir tercero en la final de los 200 braza.

Primer oro

Hubo que esperar a Barcelona, en 1992, para que el himno español sonase por primera vez en una piscina olímpica, gracias al triunfo de Martín López Zubero, un nadador surgido del sistema de formación estadounidense y hermano de David, en los 200 metros espalda.

Igualmente lejos de España dio sus primeros pasos en la natación Nina Zhivanevskaya, la nadadora de origen ruso, que antes de colgarse la medalla de bronce en los 100 espalda en los Juegos de Sydney 2000, ya había saboreado la sensación de subir a un podio olímpico como integrante del Equipo Unificado en 1992.

Una lista de medallistas españoles que completa por el momento Mireia Belmonte, que sumó a las dos platas logradas en Londres 2012 el bronce conquistado el pasado sábado en Río en la final de los 400 estilos.