"Estoy muy orgullosa de haber podido representar a mi pueblo durante cinco Juegos Olímpicos y agradecida porque desde que finalicé la competición solo recibo muestras de halago y cariño". Así agradecía ayer Teresa Portela en Cangas a varios centenares de personas que llenaron la Praza do Concello para recibir como se merece a la única deportista gallega que logró participar en cinco citas olímpicas. Con el sexto puesto de Río certificó también su quinto diploma olímpico.

La deportista llegó a la villa en el coche con su marido David Mascato y su hija, Naira Mascato, de solo 2 años, escoltados por un autobús de aficionados. "Estoy muy contenta con el sexto puesto. Este fue un ciclo olímpico muy complicado, porque al ser madre tuve que cambiar mi rutina, pero también fue un ciclo enorme en cuanto a resultados y al aprendizaje de muchas cosas". La propia Teresa no descartó la opción de Tokio 2020 de forma rotunda y se limitó a recordar que "justo después de cada Juegos Olímpicos pienso que serán los últimos".