Según sus desgreñadas cuentas, el Ayuntamiento de La Coruña, como era previsible, recauda cada vez menos. Esta anunciada contingencia y el escaso rigor presupuestario no tuvo previamente el correlato cautelar de establecer una política de austeridad, para eliminar gastos logísticos y de personal tan superfluos como discutibles? Los números lo denuncian: 750 mil euros en envíos postales, 271.000 en relaciones públicas, diversos 1.299.163,69, "reuniones y conferencias", 223.100. La errática gestión municipal denota que más del 40% de los presupuestos del año último quedaron sin ejecutar, las facturas extrajudiciales, que debieran ser excepcionales, ascendieron a 2,3 millones de euros y la dotación-canapé para la Alcaldía, 50 millones de las antiguas pesetas? No atajar el despilfarro, ni suprimir onerosas e inútiles concejalías con su correspondiente personal de confianza, han impedido impulsar un Plan de apoyo al comercio local y de dinamización económica, que hubiera evitado la clausura de pequeñas empresas, y también mitigado la merma de la recaudación municipal. Pese al dispendio, este populismo progre causa rechazo, como ocurre en Novo Mesoiro, donde el concejal Lareo y la edil Silvia Longueira son considerados elementos perturbadores del paisaje. Sus conflictos, entre yo y el mundo, suelen acabar mal para los políticos fuliginosos. A la especie pertenece el vice Tello, siempre ceñido al cinturón ideológico, desdeñado por la hostelería coruñesa. Incapaz de cantar sin acompañamiento, sus estadísticas lo delatan. Son tan poco creíbles como veraz que las reclamaciones ciudadanas han sido disfrazadas de incidencias para evitar su contabilización.

Otrosidigo

Bastó que la conselleira de Sanidad y el prestigioso Dr. Beiras pusieran sobre el tapete las justificadas aspiraciones de La Coruña del segundo ciclo de Medicina -data de hace 30 años- para recibir el zurriagazo de los Alcibíades compostelanos, con referencias a insidias, y a la hipotética pérdida de calidad de la enseñanza. Al parecer, según los trapisondistas, la generosidad picheleira ya se demostró con largueza al serle concedida a nuestra ciudad la Universidad. Quieren un sanedrín hermético, pero reclaman la Radio Nacional, el Tribunal Superior de Justicia, la Academia Gallega, la Jefatura Superior de Policía y la Delegación de Gobierno, mientras nos succionan fondos para el mausoleo cultural y la Curia. Necesitan un examen sobre sí mismos y una visión mas ecuménica. Sin esta percepción no habrá ideas, que son el registro de la experiencia. Procuren no sacar la lengua cuando usan la tijera para cortar el papel, porque la mascarada generosa ya quedó reducida a cenizas en los fuegos del Apóstol.