Auna semana del post-socialismo municipal coruñés, los procónsules de la debacle, Losada y Carmen Marón, han abandonado el hemiciclo -un individuo un cargo, doctrina del PSG- pero continuarán sus andanzas en el Senado y Congreso, respectivamente. Moreda, responsable político de la derrota socialista en la provincia de La Coruña, y Mar Barcón siguen en estado de zozobra, con la sospecha de hallarse en plena cuenta atrás. Deben resignar sus cargos por propia estima personal y por la marea de los jóvenes conmilitones. Durante muchos años han integrado una casta enrocada en los privilegios del poder, como si se tratase de un parque temático como un laberinto de impunidad en el que disfrutaron de todas las facilidades. Si el Partido Popular no plantea una auditoría, los ciudadanos le mostrarán el finiquito y Carlos Negreira y los suyos se convertirán en personajes de alcamonia. Departamentos como el de Urbanismo y Medio Ambiente, por su sensibilidad y abigarrada burocracia, deben ser revisados con rigor. Sobre la empleomanía sobredimensionada, preguntaron en cierta ocasión a Butros Ghali, cuando era secretario general de la ONU, "¿cuántas personas trabajan en la Organización?" A lo sumo -respondió-, solo la mitad. La burocracia es uno de los capítulos que grava la voracidad fiscal. El índice en La Coruña es de 856,94 euros por habitante, frente a la media de Galicia de 589,20. Los socialistas, que llevan la endogamia y el amiguismo en su ADN, como una inmensa impaciencia, no quisieron en la última treintena aplicar el viejo reglamento del polo, que era para ocho caballos, y pusieron en el campo varios escuadrones. El actor Dustin Hoffman decía que la política (de izquierdas) y el cine (progre) son lo mismo: en ambas industrias, el trabajo consiste en hacer creer lo que no es cierto.

Otrosidigo

Al socialismo gallego le falta liderazgo y a su cabeza Pachi Vázquez le sobra el lenguaje abrasivo y guacalón. Le resulta difícil pasarse del bipartito (populismo) e integrarse en el pueblo, al que han degradado en su libertad y destruido la economía. La derrota en la provincia coruñesa, por goleada, tiene dos testas visibles: Mar Barcón, responsable regional de Política Municipal, y Fernández Moreda, secretario provincial del PSG. Una y otro aspiran a refugiarse en el Ayuntamiento de La Coruña, frente a la oposición de sus bases. No quieren renuncian ni con fórceps. A ver qué lección se atreven ahora a darnos.