Tuvo un juicio justo Saddam Hussein? Nunca lo hay cuando la suerte ya está echada, y solo queda el rito. ¿Fue su muerte en la horca, o la de su hermanastro (cuya cabeza se desprendió del tronco) menos horrible que la de Gadafi? Desde luego, ningún demócrata puede aceptar el linchamiento como forma de justicia, y lo debe condenar sin paliativos, pero es entendible la perplejidad de los rebeldes libios ante nuestro escándalo: primero, nos ofrecemos a ir a aquel país a tirar bombas para proteger a los insurgentes, después les hacemos el trabajo más sucio con inmisericordes bombardeos corriendo poco riesgo, luego ametrallamos la caravana en la que huía Gadafi, dejándolo malherido y, al final, ante la escena en la que le rematan, nos ponemos finos, éticos y legalistas. No me separo de la manada, hablo en primera persona del plural y asumo mi cuota parte; pero no por eso os entiendo del todo.