Empapelar parte del mobiliario urbano de Friol (Lugo), sobre todo papeleras y contenedores, con anuncios de una discoteca que convoca al personal a una noche de desnudo integral, ha supuesto una multa a los organizadores por parte de la autoridad municipal invocando una ordenanza sobre ornato y limpieza de las vías y espacios públicos que prohíbe carteles, a los que algunos consideran solo como picantes, en tales sitios. Que se sepa, de momento únicamente se ha contemplado el aspecto publicitario, y no el atentado al buen gusto que supone tener por allí danzantes en pelotas -imaginarse a los aguerridos mozos de tal guisa es penoso-, y además calculo que podría también ser denunciado por tratarse de un espectáculo discriminatorio, porque calculo que los dueños no dejarían que sus mujeres e hijas participasen también de tal guisa en el sarao montado. Guasas aparte, no solo se trata de un asunto de mal gusto sino de un atentado contra la salud social: así se comprende que en el 50% de los divorcios ocurridos en USA se haya detectado el acceso a la pornografía, tanto masculina como femenina, como un ingrediente más de las rupturas matrimoniales y del deterioro de las familias.