Las piquetas de los gallos / cavan buscando la aurora, / cuando por el monte oscuro /

baja Soledad Montoya. / Cobre amarillo, su carne, / huele a caballo y a sombra. /

Yunques ahumados sus pechos, / gimen canciones redondas. /

Soledad, ¿por quién preguntas / sin compaña y a estas horas? /

Pregunte por quien pregunte, / dime: ¿a ti qué se te importa? /

Vengo a buscar lo que busco, / mi alegría y mi persona.

'Romance de la pena negra'. Federico García Lorca

Traigo estos versos para que intentemos ver que la pena de Soledad Montoya es desesperada, pero no individual. Porque parece que esto se va al carajo, no es por alarmar; pero sí es por tratar de presentar un panorama lo más aproximado a la realidad que percibo y a la que me transmiten mis próximos, hay poca esperanza para pensar en que las cosas mejoren.

Les puede tocar un mal día en urgencias sanitarias y, pese a toda la buena voluntad de atenderle como usuario, se encuentre con un colapso que le lleve a la agonía. También puede tener el hígado con hepatitis C y que no le hagan caso, también puede tener riesgo de glaucoma y que no se lo detecten, podría llegar mañana al trabajo y decir que ni le conocen? Así podríamos seguir relatando cantidad de episodios nacionales y probables que aquí podría ser posible atajar; porque esto no es Níger, allí simplemente se moriría de hambre o de una simple bacteria combatible con un simple antibiótico comprado sin receta en la farmacia de guardia.

Comprobamos cómo los que intentan llegar a Lampedusa y a Sicilia huyendo de las hordas que les persiguen caen como moscas en el Mediterráneo.

Comprobamos que los supervivientes que intentan llegar a Ceuta o a Melilla, a Algeciras o a Canarias en pleno invierno mueren sin compasión; lo que es peor, algunos llegan y son tratados como ganado sin marcar con la señal a fuego de su propietario. Parece que hay actuaciones judiciales en marcha para esclarecer los hechos denunciados en las imágenes que hemos podido ver en los informativos, pero albergo pocas esperanzas.

Seguramente es hora de releer el Romancero gitano, Lorca nos dejó muchas claves del maltrato a los diferentes.

Después de la última reforma del Código Penal, todos podemos llegar a ser diferentes, disidentes, distantes, disconformes, díscolos con la realidad que nos toca vivir. Lorca nos lo dejó también, es legado que no se puede dejar al margen:

¡Qué pena! Me estoy poniendo / de azabache carne y ropa. / ¡Ay, mis camisas de hilo! /

¡Ay, mis muslos de amapola! / Soledad: lava tu cuerpo / con agua de las alondras, /

y deja tu corazón / en paz, Soledad Montoya.

La tristeza, que, sin explicación clara, se apodera de las personas; de la importancia del amor para la felicidad; de cómo a la mujer se la educó para que el único objetivo de su vida fuera amar a un hombre? De nuestra incapacidad para encajar las frustraciones, de la impotencia ante las injusticias? es el día a día