La Coruña sigue a expensas de Fomento, y de su proponente la Xunta, para que sean aliviados los obstáculos que impiden su expansión. El enlace ferroviario a Langosteira confirma que el ferrocarril no ha dejado de ser para los coruñeses un recaudador de agravios. Mientras la vía férrea no se construya, no será posible la liberación del puerto urbano y el exterior carecerá de operatividad. En enlace de la AP-9 con la tercera ronda se eterniza bajo el habitual mantra de "estudios medioambientales". Los datos apuntados evidencian la falta de voluntad política, tanto en los dirigentes nacionales como en los autonómicos y locales. La Xunta, igual que siempre, encerrada en la parroquia y recortando por las afueras. La voluntad política, repetimos, consiste en no secuestrar la propia política por falta de convicciones; es hablar con claridad, es la energía que dispara hacia la verdad. Fomento sigue su política endémica de escasa atención con Alvedro y dibujando la historia urbana de La Coruña con ningún acierto y menor diligencia. Magdalena Álvarez, que nos obsequió con castizos desdenes, José Blanco, rey Midas unas veces y tucán con chaleco otras, y Ana Pastor, de proclividad enfermiza hacia la Galicia sureña, han sido los titulares ministeriales encargados de lidiar con nuestras desdichas. En la parroquia, aspirantes al "aeropuerto único" lo han descartado virtualmente por la compleja conectividad viaria, que no arregla la ocurrencia de un billete bus-terminal aérea. Lavacolla se nutre de pasajeros de La Coruña en un 90% de su tráfico, cuyos gastos de desplazamiento son muchas veces superiores a las tarifas de los vuelos. Ni Fomento, ni la Xunta, ni el Gobierno local, más próximo al poder que a la inteligencia, gastan un gramo de talento en reconducir la situación, tan perniciosa para el bolsillo ciudadano. Lo más grave, en el ámbito municipal: el silencio del alcalde por no molestar al amo.

Otrosidigo

El día de Picasso reunió en La Coruña a la ministra de Fomento, al titular de la Xunta y a nuestro ínclito alcalde, figuras determinantes para que se dote a Alvedro de los elementos técnicos necesarios para que no se produzcan más desviaciones de vuelos. La noticia, publicada esa misma fecha picassiana por LA OPINIÓN, sobre la contumacia de los desvíos, debiera sonrojar a quienes tienen capacidad de decisión para resolver tantas irregularidades aeroportuarias.