No se necesitaba en España discurso liberal para tener asco a pagar impuestos. No llegó a asentarse lo de "Hacienda somos todos" por falta de pruebas y el dispendio y la corrupción con cargo al Presupuesto general, autonómico y local no sólo no ayudaron sino que confirmaron lo que ya se prejuzgaba. La prueba del prejuicio es que el dispendio y la corrupción no disuadieron de seguir votando a los mismos.

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