Por motivos que no vienen a cuento, con frecuencia viajé en coche desde La Coruña y Santiago a Burela y a Ferreira de Valdouro, y ahora lo haré a Foz, poblaciones de la mariña lucense, con lo cual el alto de Fiouco (698 metros) ha sido y es punto de paso habitual siempre que esté hábil. Por experiencia agrego que en un tercio de mis desplazamientos me lo encontré cerrado por niebla y la circulación es desviada entonces por el puerto de la Xesta y bordeas Mondoñedo en el fondo del valle, con el consiguiente aumento de kilómetros, tiempo y riesgo. Todo eso son cosas sabidas. Pues ahora resulta que los responsables del Ministerio de Fomento proyectan colocar un radar más. Pero ¿para qué? No lo entendemos. ¿Para multar más y acentuar que, en lo referente al tráfico, más que prevenir y facilitar la circulación les preocupa la recaudación? En su momento se abrió un concurso recabando ideas y soluciones para resolver el problema de las recurrentes nieblas en ese punto. Nadie propuso un túnel que sería lo lógico. Extravagantes o no, esas medidas propuestas se entendían. Pero no lo de poner otro radar dejando las nieblas. Viene a ser un zurcido en un tejido estropeado.