Las estadísticas de agosto relativas al tráfico aéreo en Alvedro han sido favorables, pretexto utilizado por la parroquia para magnificar, a su vez, las de Lavacolla sin explicar las causas, por temor a que sus tesis no les cuadren. Alvedro, en la subida imparable del presente año, sufrió, el mes último, el desvío de 16 vuelos. De no haberse registrado tal contingencia, hubiese alcanzado un 1,3% de incremento con relación al mismo mes del año último. Lavacolla, como destino final de estos desvíos, resultó considerablemente beneficiaria en sus estadísticas. La Coruña necesita más aviones para atender la demanda de pasajeros y no continuar siendo la fuente nutricia del aeropuerto compostelano, además de abrirse a las rutas internacionales, exclusiva otorgada a Lavacolla por decisión arbitral de la Xunta en perjuicio de los usuarios coruñeses, que por esta causa ven incrementado el precio de su billete -por el desplazamiento- en cerca de un centenar de euros por cabeza. Este aspecto socioeconómico no suele ser aireado en la parroquia, más interesada en especulaciones sobre el puerto exterior, carentes de fundamento y conocimiento. La ministra de Fomento acaba de explicitarlo, al señalar que los puertos son un excelente negocio, tanto por la generación de riqueza, cuanto que se autofinancian y no suponen carga alguna para el contribuyente. Las opiniones aventuradas por quienes carecen de perspectiva marítima y de sus avatares no deben ser consideradas si se formulan desde ámbitos agobiados por el localismo del entorno mediático bollycao, o procedentes de círculos confusos donde se confunden peregrinación y turismo de modo asmático. Entre tanto decibelio electoral, conviene serenar los ánimos y no circular por sendas temerarias activados por el uso del manos libres.

Otrosidigo

Los compostelanos se quejan de las molestias que les causan tantas manifestaciones públicas, que impiden circular por el difícil laberinto urbano. Sería aconsejable que, además del Centro de Procesos de Datos Integral, trasladado a la Ciudad de la Cultura, se hiciera lo propio con las consellerías y se aliviase la circulación por la ciudad y las incomodidades a quienes se desplazan para realizar gestiones. Si por el Centro de Datos se ahorraron en alquileres 2,5 millones de euros, hagan las cuentas