Sostengo que el jefe del Estado Vaticano es el último ¿rey, emperador?? que queda en una Europa en la que mal que bien se van guardando las formas y el maquillaje democrático se va sosteniendo con todas sus grietas que dejan a la luz arrugas y necesidades de regeneración; a Europa no le llegará con botox, pero el Estado Vaticano precisaría toda una corporación dermoestética para sacudirse el pelo de la dehesa milenaria y tratar de encajar en el siglo XXI. Ya sabemos que los mortales usamos reloj, agenda, calendario y, como mucho, álbum de fotos para hablar del tiempo, por el contrario los jerifaltes de la curia, con su jefe a la cabeza, solo piensan en siglos, su política y su diplomacia desdeña que centuria más o centuria menos poco importa, aunque tarde, siempre vendrá alguno al que le compense disculparse por lo que se le hizo a Galileo o a Giordano Bruno.

Sí hay que reconocerle al político Bergoglio un talante distinto a Wojtyla, fiel aliado de Reagan con el que compartió siempre objetivos militares; pero no llega a haber diferencia entre ambos, su reloj de los siglos sigue al mismo ritmo. Con Ratzinger las aparentes diferencias solo son eso, aparentes, aunque nos hayan presentado al teólogo alemán como un intelectual elitista, se ha mantenido en su puesto despreciando a sus masas y apoyándose en los relativamente pequeños grupos de creyentes más activos bien colocados en los núcleos de poder más importantes para difundir y amenazar con los terribles males que sufrirían los descarriados.

Viene a cuento todo esto a que Bergoglio hizo recientemente una ruta que salió de Cuba y se extendió por EEUU. Fue un viaje de estado, las entrevistas con Castro y Obama fueron un éxito, para que él se apunte los tantos del desbloqueo que pueda llegar. Que se sepa no ha habido mucho interés en el conflicto ucraniano y mucho menos en los de Siria, Afganistán? Eso sí, todas las bendiciones a los perseguidos y exiliados. Un boato casi parecido al de Artur Mas en llamamiento a la unidad de la espiritualidad catalana.

Mas hay temas que no se pueden tocar, aunque haya dicho en público que él no es quien para juzgar las orientaciones sexuales de nadie, pronto se supo que mantuvo una reunión secreta en la nunciatura apostólica de Washington con la activista ultra Kim Davis, una funcionaria de Kentucky que saltó a la fama por negarse a dar licencias matrimoniales a los homosexuales; allí ella recibió un mensaje claro de Bergoglio: "Mantente firme". ¿Les suena de algo?

La funcionaria pasó algunos días en la cárcel por no cumplir con su obligación, dictada por el Tribunal Supremo, pero ya es un símbolo en plena campaña contra los "intrínsecamente desordenados" . La última por ahora, es la destitución de un cura polaco por decir quién es. Una vez más se les ve el plumero.