En Galicia tenemos el privilegio de la buena mesa, cuyo prestigio nace de la cocina artesana y de sus excelentes materias primas. Eça de Queiroz afirmaba que "la gastronomía es la manifestación que mejor revela el genio de una raza". Los productos del Atlántico y de tierra adentro ocupan, en la actualidad, todos los estratos sociales de nuestra región. Antaño se diferenciaba la cocina gallega (la de los adinerados) y la del Sur (la de la imaginación). Tal vez, para no perder la comba de la moderna gastronomía "de diseño", los vecinos de Herbón han lanzado al mercado las mermeladas (dulce o picante) extraídas de sus famosos pimientos. Una muestra más para competir con las creaciones de D. Javier, joven maestro repostero del Attica de La Coruña. Los profesionales de la hostelería se las prometen muy felices, estos días navideños; las comidas de empresas, los reencuentros familiares, etc., sirven para medir el apetito de los que llegan añorantes de nuestra cocina artesana. Recomendamos a los nuevos políticos que imiten a los italianos que, en estas fechas, acentúan su pasión enfermiza por las lentejas, legumbres por las que, diputados y senadores, tienen tanta estima como el mismo Esaú, hijo de Isaac, hermano de Jaco, a quien vendió su progenitura por un plato de tan sabrosa legumbre. Y en eso estábamos, en las postrimerías electorales, cuando en la pacífica Pontevedra, Rajoy fue víctima de un desasosegado. Decimos así, porque el gallego es más partidario del dominó y del ribeiro, que de la violencia, pero la política es como el árbol de Noel, siempre hay quien rompe las?

Otrosidigo

Como es tradicional, D. José Manuel Liaño Flores, exalcalde de La Coruña, remite por estas fechas bienandanzas literarias a sus amistades. Esta vez, el ilustre jurista recurre a los ripios y aconseja: "Olvida lo que fue mal / y espera un año mejor / con estrellas a favor / en las fiestas del Nadal".