El coruñés se mira en el espejo de la Marina porque refleja la luz de la vida. Es una escena elegante y atlántica que se repite cada hora, ya sea con los primeros rayos del alba o en la nebulosa caída del día. Esto es así porque las galerías de esta avenida representan uno de los mayores conjuntos acristalados del mundo, arquitectura popular convertida en obra de arte.

Antiguas viviendas de pescadores, esas galerías del siglo XIX son en realidad las fachadas posteriores de las casas, hermosas popas de galeón prestas para hacerse a la mar todas las mañanas. Además de captar el calor en invierno y refrescar las habitaciones en verano, los soportales que las sustentan solían tener la anchura de un remo, tamaño idóneo para abrigar las embarcaciones de los temporales.

Situadas en la frontera sur del barrio de La Pescadería, a tiro de caña del jurel o la caballa, las galerías coruñesas rezuman la esencia de la arquitectura mayúscula por su combinación de funcionalidad y estética. Ajenas al boato aristocrático de los grandes palacios, también constituyen nuestra primera estampa por aclamación local y foránea.

Sobran las razones para comprender que cualquier actuación en este privilegiado ámbito debe corresponder al mismo en todos los sentidos, empezando por la discusión y aprobación ciudadana. Hablamos de un entorno inseparable de O Parrote y la fachada portuaria, donde existen severas dudas de que tanto el complejo de Palexco como el Centro portuario de ocio estén a la altura arquitectónica del paraje.

Si bien la peatonalización de la Marina supone un gran paso, las noticias de estos meses y días constituyen un ritual de socavones en una infraestructura que supera los 50 millones. De ahí el pulso entre la Autoridad Portuaria, la entidad apoyada por el PP que acomete las obras, y el Gobierno local de la Marea, que también se ha negado a recibir el túnel de O Parrote al detectar deficiencias en el mismo. Algún día compartiremos que las decisiones partidistas y las prisas electorales nunca podrán igualar el vidrio policromo y la carpintería de ribera.