Mucho me temo que el actual Ayuntamiento, siguiendo los pasos del de Santiago de Compostela, también haya quitado la subvención anual (15.000 euros) que hasta ahora percibía el Banco de Alimentos Rías Altas que opera en esta provincia. Que el Concello de Santiago lo ha hecho ha salido publicado en diarios locales; en el caso de la ciudad herculina nada he oído pero repasé con atención la lista de ayudas y subvenciones a entidades benéficas similares, y el Banco de Alimentos no aparecía. Los responsables municipales compostelanos razonan que esa ayuda la dan directamente a la Cocina Económica, con lo cual se cubren las espaldas y punto. Pero opino que no es acertada esa medida por estos motivos que ahora se me ocurren: aparte de la razón de ejemplaridad -¿qué pasa para que el Ayuntamiento no ayude al Banco de Alimentos?-, me consta que las urgencias de muchos necesitados no se remedian siempre con el plato caliente que dan las Cocinas Económicas en un local determinado, mientras que los Bancos de Alimentos, a través de las entidades colaboradoras, llegan a más sitios, rincones y personas proporcionandotambién, por ejemplo, pañales y alimentos infantiles (aún con un escandaloso IVA del tipo máximo, como una joya, que esa es otra sinrazón).