Las sabatinas mensuales de Dillo ti han alertado a la oposición municipal por la inevitable visión unidireccional ofrecida. Hay que buscar fórmulas menos llamativas, que permitan la participación de todos los representantes municipales, y no solapar la tarea de las asociaciones de vecinos, imprescindibles para la vertebración de la vida local. El clima político actual, en el que es moneda corriente la disimulación de la verdad, hace incuestionable la estructuración de estas sabatinas, de tal modo que el ciudadano vuelva a confiar en los políticos. La información institucional es otra cosa ajena al lenguaje de inversión, tan frecuente en las agrupaciones políticas "emergentes". Las nuevas tecnologías han puesto la información -y la desinformación- al alcance de cualquiera. La mirada del gran ojo inquisitivo sobre la conciencia humana, a veces injusta, frívola, prejuiciosa o condescendiente, no suele ser banal. Vivimos tiempos en los que el periodismo ha sido puesto en cuestión, en sus múltiples variedades, "orgánico", "de cámara", "militante", "de acompañamiento", "popular", "de estafeta digital", etc., adjetivación que permite a los curiosos rastrear a personajes cuya tragedia es la obsecuencia cómplice. Conviene una reflexión. Los medios informativos han de ser la conciencia activa de la sociedad y el espejo donde (la sociedad) puede ver reflejada sus virtudes y sus miserias.

Otrosidigo

Hubo un tiempo en el que la Autoridad Portuaria de La Coruña contaba con más periodistas que ingenieros. Nueve en total, no son mala compañía si se entregasen a facilitar una mejor comunicación con los medios informativos y no a la difícil tarea de administrar la vanidad del señorito de turno.