Tiene razón el alcalde de La Coruña al denunciar que la Xunta mantiene "una estrategia de bloqueo y de inversión" hacia nuestra ciudad. Ítem más, es en San Caetano desde donde se proponen al gobierno central las prioridades que deben ser atendidas en nuestra región y su inclusión en los Presupuestos Generales del Estado. Ahí tenemos el abandono cicatero de Alvedro, en cuanto a señalizaciones, la Intermodal más antigua, pospuesta hasta la eternidad y la Ciudad de la Justicia de la que ni se habla, mientras se construye la de Vigo. La pregunta es: ¿Qué haría don Xulio de haber ocupado el puesto de Núñez Feijóo? A los miembros de la oposición municipal los califica de falta de cintura política, olvidándose de sus críticas al "localismo", alcaloide que debieran llevar en sus genes los alcaldes que se precien. No confundir con "locatarios" (colocadores) como sucede en los ayuntamientos podemitas, donde no existen convicciones sino convenciones a la hora de "proteger" a la familia. A las endechas portuarias de don Xulio, evidencias de su escasa flexibilidad política, hay que añadir asuntos como el Ofimático y Someso, que chirrían son conocer todavía quiénes han de cargar con las responsabilidades de tamaños pelotazos. Cuando el tiempo transcurre sin saber si hubo dolo o negligencia, la desconfianza del ciudadano en los políticos se acentúa, porque entiende que la esfera jurídica ha sido vulnerada. Hay que dar paso a la imaginación y evitar que La Coruña siga abandonada a quienes pretenden fabricarnos una ciudad a su medida.

Otrosidigo

Vuelve el legendario tranvía al paseo marítimo, esta vez solo desde Riazor hasta la Torre de Hércules. Al parecer no puede completar el antiguo recorrido, por haber sido retiradas las catenarias. ¿Quién dio la orden? Tal vez el Ayuntamiento tenga la respuesta.