Un par de días antes de las pasadas elecciones generales del 26-J, la Consellería de Infraestruturas anunció un plan que prevé que las líneas de autobuses del área metropolitana puedan llegar hasta centro de la ciudad. La medida, que responde a una antigua y reiterada reivindicación de los ayuntamientos de la comarca coruñesa, se ha puesto sin embargo sobre la mesa sin previa consulta con ninguno de los municipios afectados.

Según los cálculos de la Xunta, más de ocho de cada diez viajeros que llegan de la comarca en transporte público se podrán apear en el centro de la ciudad antes de que acabe el año. Un total de 33 rutas de las 74 actuales, según el diseño presentado por el Gobierno gallego, llegarían en una primera fase a los jardines de Méndez Núñez y la plaza de Pontevedra, algunas de ellas con paradas intermedias. El acceso directo sería durante todo el día y todos los días de la semana.

El transporte metropolitano opera actualmente en 74 rutas, con 4,8 millones de viajes al año. Solo algunas de ellas llegan a paradas del centro y lo hacen únicamente hasta las nueve de la mañana y para dejar pasajeros, nunca para recogerlos.

En una primera fase, la Xunta pretende que un 84% de los pasajeros intercomarcales puedan apearse entre Os Castros y el centro de la ciudad. El acceso de los buses comarcales al centro se haría a través de tres corredores. El Corredor Este, para las líneas que llegan a través de A Pasaxe (Oleiros, Cambre), que penetrarían hasta Entrejardines, con paradas intermedias en la cuesta de A Palloza y la plaza de Ourense. El Corredor Centro, que utilizarían los autobuses que entran en la ciudad por la avenida de Alfonso Molina y dejarían pasajeros en el Relleno, en las mismas paradas intermedias que el Corredor Este. El Corredor Oeste contaría a su vez con tres ramificaciones: la avenida de Finisterre, la avenida de Arteixo-avenida de Salgado Torres y O Martinete- San Cristóbal.

De estas 33 líneas, 27 accederían hasta Entrejardines y 6, hasta la plaza de Pontevedra. Los autobuses que no lleguen hasta el centro urbano variarían su recorrido actual, pasando previamente por Cuatro Caminos antes de su llegada a la estación de buses. En una segunda fase, se prevén ampliaciones de algunas paradas existentes y potenciar Cuatro Caminos como gran intercambiador.

Cuando se completen las dos etapas del plan, un total de 345 autobuses metropolitanos entrarán cada día al centro de la ciudad, lo que representa el 80% del transporte comarcal.

Así figura en la documentación que el Gobierno gallego envió a los alcaldes de la comarca después de anunciar el proyecto en los medios de comunicación, lo que motivó un reproche unánime de los regidores del área metropolitana por una actuación unilateral, sin consulta alguna a los municipios afectados, que llevan años reclamando esta actuación.

La consellería asegura que está abierta a sugerencias. No hay fecha aún para la implantación del plan anunciado, más allá de la voluntad de intentar hacerlo este año. El informe tampoco menciona ni la modificación ni el aumento de frecuencias de las rutas, una cuestión fundamental para los concellos.

A pesar de que la Xunta asegura que sus estudios garantizan que la incidencia en el tráfico de la ciudad no será significativa, basta con echar un vistazo a la saturación que sufren algunos puntos como la plaza de Ourense para temer que la incorporación de 345 autobuses diarios a la red urbana tenga consecuencias.

El municipio coruñés estará sin duda entre los más afectados por la medida, no sólo por el impacto sobre el tráfico, sino porque el propio plan de la consellería contempla la más que probable necesidad de acometer obras en las paradas y eliminar plazas de aparcamiento. Conviene recordar en este punto que en las conclusiones de la reciente encuesta del Instituto Galego de Estatística sobre las condiciones de vida en las ciudades gallegas, los coruñeses consultados se quejaban prioritariamente de la falta de plazas de aparcamiento asequibles.

El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, no se opone en principio a que los autobuses comarcales entren en la ciudad y puntualiza que su gobierno ya lo propuso, pero cuestiona, al igual que los demás regidores de la comarca, que no se haya contado con los municipios afectados. Precisamente los ayuntamientos de Oleiros, Culleredo y Bergondo aprobaron el pasado jueves en sus plenos municipales sendas mociones en las que reclaman al Gobierno gallego su participación en el plan, así como en las nuevas concesiones de líneas que conlleva la medida autonómica.

No cabe la menor duda de que la conexión de los autobuses comarcales con el centro de la ciudad es una antigua y legítima reivindicación de miles de coruñeses que residen en la periferia metropolitana y deben acudir a diario a la urbe. Y un paso necesario para avanzar en la integración de la Gran Coruña del medio millón de habitantes.

Pero es igualmente cierto que después dos legislaturas en las que la Xunta apenas ha dado pasos en este asunto, parece fuera de lugar aprobar ahora unilateralmente la medida sin la menor consulta a ninguno de los ayuntamientos afectados, que llevan años reclamándola. Una aprobación por consenso es la mejor vacuna contra posibles complicaciones posteriores.