El hombre es un ser condenado a la libertad

Jean-Paul Sartre

El acto de desobediencia como acto de libertad

es el comienzo de la razón

Erich Fromm

Seguramente sí sea verdad que la libertad de elegir sea una condena que se paga cara y la libertad de cerrar ojos y oídos, para ponerse de perfil, también. Es posible que nos hayamos quedado con la condena y no hayamos buscado la liberación de la desobediencia, del raciocinio.

Por eso parece que por aquí vivimos autoengañados con los informes sobre los infortunios; por otras latitudes se empeñan y se desclasifican documentos, se respetan las comisiones de investigación técnicas y parlamentarias; pero nosotros somos así de chulos, si decimos que aquí está enterrado Santiago, aunque sea metafísicamente imposible, aquí están los restos de aquel, que dicen pescador, aunque no se sepa muy bien de qué.

Por ejemplo, en el Reino Unido se hace público el Informe Chilcot 13 años después de la foto de las Azores antes de invadir Irak, para dejar claro que su jefe de gobierno, Blair, ni se aproximó a la verdad cuando en aquel momento justificó la intervención para conquistar petróleo; por lo menos los vecinos que conducen por la izquierda tienen otras libertades de las que no gozamos, tendrán disculpas, aunque no lleguen a procesar a un presidente mentiroso.

Nuestro personaje de la foto en la tierra del anticiclón es mucho más curioso; al ser preguntado por su participación en el siniestro aquelarre y sus consecuencias, nos remite a sus memorias, es inaudito, ya está subido a los altares y solo responde con su evangelio revelado a los mortales. No es que no esté dispuesto a rendir cuentas, sino que solo lo hará ante los historiadores -esté él vivo, por muchos años, o ya ausente- y no con documentos contrastados, grabados, firmados? no, solo con lo que su magín autocomplaciente ha consentido concedernos ad maiorem gloriam para el culto que le debemos eternamente sus súbditos. Habrá que ser algo indulgente con él; Aznar ha sido humillado por Rajoy y su ego va a tardar en metabolizarlo.

Su palafrenero de entonces, el actual embajador en Londres, Federico Trillo-Figueroa y Martínez-Conde, con sangre azul por los cuatro costados, después de conocer el informe de marras, nos estampa de bruces con la libérrima afirmación de que España no fue a esa guerra, que solo mandó un paquete de no sé qué? supongo que de tiritas.

Mientras tanto, Rajoy sigue sin tiempo para informarse de nada que no salga en el Marca. Todo parece indicar que seguiremos sin saber qué pasó en la curva de Angrois con el tren Alvia aquel 24 de julio, aquí no se investigado nada y revolviendo en Europa, parece que tampoco encontramos nada.

Menos mal que la investigación del Metro de Valencia sigue adelante, pasando por encima de los delincuentes que lo ocultaron en su momento.

Para colmo nos confirman que San Fermín no ha existido, por favor,

¿Qué nos queda?