Allá cada cual, pero entre instalar cámaras de vigilancia en los puntos donde aparecen vertederos (Concello de Arteixo, La Opinión 17/01/17, pág. 16) o el reparto de ayudas por tener hijos (Concello de Coirós, La Opinión 30/01/17, pág. 6) me quedo con lo segundo. Sin desmerecer el cuidado ecológico para evitar basureros incontrolados en Galicia, opino que los fondos para adquirir, colocar y mantener esas cámaras de vigilancia que se instalarán en terrenos de Arteixo bien podrían destinarse a otras prioridades, porque además dudo de la eficacia de la medida en cuanto se corra la voz entre los desaprensivos. Apoyar a la menguante natalidad gallega, con ayudas anuales de 600 euros por el primer hijo, de 800 por el segundo, de 1.300 por el tercero y de 2.400 por el cuarto, como ocurre en Coirós, me parece una atención más elogiable, y de mayor calado porque, aun reconociendo que esas sumas no resuelven las necesidades familiares, suponen para los padres un reconocimiento y respaldo puesto que criar y educar a la prole es construir un futuro, el de los críos y el suyo propio, por no decir que también el de Galicia, aunque esto ni se lo planteen.