Desde hace un tiempo a esta parte, se vienen sucediendo de manera reiterada, hechos violentos en los campos de fútbol. Era relativamente frecuente que esto aconteciese entre los aficionados que acudían a los campos para ver jugar a su "equipo del alma", y este se disputaba algo, que dependiendo el resultado que se obtuviese, podría peligrar la permanencia en la categoría o una eliminatoria concreta. La violencia, se generaba fundamentalmente en las propias gradas del estadio o en los laterales de las líneas de juego, cuando no existían gradas.

Lo que hoy día me sorprende, es que esta violencia se produzca en aquellos campos donde juegan equipos de infantiles, y con la presencia de los propios padres de los jugadores.

Fue por la temporada 1976-77, se comenzaron a instalar vallas que rodeaban el terreno de juego, con motivo del encuentro Barcelona-Málaga, en el que el colegiado madrileño Manuel Melero concedió un gol marcado con la mano por Esteban, anuló otro a Neeskens y expulsó a Cruyff por estimar que le había insultado. El árbitro en cuestión recibió una paliza. Una semana más tarde de que ocurriese otro incidente en San Mamés, se emitió una nota por parte de la Federación Española ordenando que se instalasen vallas, fosos o cualquier otro elemento de separación entre los campos de juego y el lugar destinado al público. Posiblemente, como consecuencia de creernos que la sociedad del siglo XXI era una sociedad más preparada, civilizada y racional que la del siglo XX. Pero no se dieron cuenta que para ello era necesario incorporar a esa sociedad los medios técnicos necesarios, para evitar discusiones inútiles.

Creo recordar, que fue a principios de 2011, cuando se decidió retirar las "vallas" de los campos de fútbol, siendo concretamente el estadio Teresa Rivero, el ultimo en quitarlas.

Por otra parte, estamos viendo como en la mayoría de los deportes se utilizan medios técnicos y de gran precisión, para determinar si la pelota entró o no, si un atleta o ciclista pasó la meta antes que otro... menos en el fútbol, que seguimos como hace doscientos años, cuando acudían al campo nuestros bisabuelos. Yo siempre me pregunto: ¿Porqué? Está claro que los primeros interesados en que esto siga igual de atrasado son los mismos medios de comunicación, porque de esta manera, se crea la discusión entre los aficionados durante toda la semana y mientras tanto siguen vendiéndose periódicos y las tertulias en radio o TV siguen manteniendo sus niveles de audiencia. Al final de la semana, se ha conseguido "calentar" los ánimos de los espectadores y aficionados, y ya van al campo "calentitos" para increpar a quienes se les ponga por delante, sea árbitro, aficionado del equipo contrario o pariente del jugador del equipo rival.

En mi modesta opinión, fruto de esa falta de poder visionar unas determinadas jugadas en el mismo instante que estas se producen, por medio del cuarto árbitro, y a que fuesen un poco más comedidos los medios de comunicación en sus comentarios, en muchas ocasiones pensados para favorecer o perjudicar los intereses económicos de determinados jugadores, no estaríamos sufriendo en la actualidad, los actos de violencia, propios de una sociedad tercermundista.