Bloomberg comentaba la definitiva desaparición del Banco Popular, tras 10 años de crisis, después de ser comprado por el Banco Santander al precio simbólico de un euro (aunque la entidad presidida por Ana Patricia Botín deberá proceder a una ampliación de capital, de 7.000 millones de euros, para mitigar el impacto de la absorción). La compra del devaluado Popular se hará a costa de los accionistas (que perderán todo su dinero), salvaguardando solo a los depositantes.

Daily Mirror reseñaba cuáles eran, a su juicio, las diez mejores playas entre los 5.000 kilómetros de costa españoles (y ante las cercanas vacaciones veraniegas). Entre otras, destacaba: Cala Llenya, en Ibiza; Es Trenc, en Mallorca; la playa de Mazagón, en Huelva; la de Benicàssim, en la Costa del Azahar y Torremolinos, en la Costa del Sol (copando las cinco primeras posiciones). Sin olvidar La Concha, en San Sebastián o Illetas, en Formentera.

Clases de Periodismo apuntaba lo poco que se sabe sobre Amaq, un órgano de propaganda de Estado Islámico concebido como agencia informativa. Hasta la fecha, ha sido la entidad autorizada para reivindicar los atentados de la organización yihadista. Según Romain Caillet, especialista en el tema, Amaq fue creada como una agencia de corresponsales descentralizados para reemplazar a la cuentas de Twitter que utilizaban antes y que fueron cerradas.

Dircomfidencial señalaba que las suscripciones digitales de The Wall Street Journal se habían disparado desde que, en febrero pasado, decidió bloquear el acceso a noticias gratuitas que tenían los usuarios que entraban en la web a través de Google. Dicho buscador ha reaccionado penalizando el posicionamiento de la publicación financiera, lo que ha generado la indignación de los directivos del Journal, que no entienden que Google penalice sus contenidos por querer rentabilizarlos con un muro de pago.