La Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC) ha urgido al Ministerio de Fomento que ejecute las grandes infraestructuras pendientes desde hace años en la ciudad que consideran imprescindibles para su despegue económico. La conexión ferroviaria del puerto exterior, la llegada del AVE, la ampliación de Alfonso Molina, la estación intermodal, la instalación de un sistema de navegación que evite los desvíos de vuelos en Alvedro, así como la conexión del aeropuerto con la autopista, las comunicaciones de los polígonos industriales o el Vial 18 son las principales actuaciones en infraestructuras que dependen del Ministerio de Fomento y que los empresarios coruñeses reclaman que sean realizadas con urgencia.

Entre las infraestructuras más urgentes reclamadas por la CEC figuran el AVE y el enlace por tren al puerto exterior, al que la carencia de ferrocarril impide crecer y trasladar a sus muelles un mayor volumen de actividades. Esta actuación todavía está pendiente de la conclusión del proyecto de ejecución y las previsiones más optimistas sitúan más allá de 2021 la fecha en la que podría estar en funcionamiento el tendido férreo hasta punta Langosteira, que la Autoridad Portuaria considera imprescindible para el desarrollo de la nueva dársena.

Pocos días después de la reclamación de la patronal coruñesa, fue la propia Autoridad Portuaria la que esbozó una perspectiva mucho más pesimista sobre esta vital infraestructura. El presidente del Puerto de A Coruña, Enrique Losada, admitió esta semana su preocupación sobre cómo se pagará el enlace ferroviario a Langosteira, dado que esta línea de tren tiene un coste previsto de 130 millones mientras que el Gobierno solo ha reservado 6,2 millones para este fin en los presupuestos del Estado hasta 2021. Losada se muestra reacio a la fórmula de financiación mediante un préstamo del Fondo de Accesibilidad Portuaria, ya que el Puerto coruñés arrastra ya una deuda acumulada de 300 millones, a amortizar con una facturación anual de 25 millones, y demanda a Fomento que se haga cargo de esta obra imprescindible para la viabilidad de Langosteira.

La Corporación municipal coruñesa aprobó ya en su día una declaración unánime en la que se reclamaba al Gobierno de Rajoy la conexión ferroviaria con el puerto exterior. No les falta razón a los empresarios coruñeses cuando adjetivan algunas de estas claves infraestructuras como sempiternamente pendientes. Ya en la campaña de 2007, hace ahora una década, el entonces candidato a la Alcaldía Carlos Negreira, a la que llegaría en 2011, ponía el foco en la campaña de las municipales en el retraso de Fomento, en aquel momento en manos socialistas, en la construcción de los accesos por tren al puerto exterior coruñés. Y ya ha llovido desde entonces.

Otra de las obras cuyo inicio urge la CEC es la ampliación de la avenida de Alfonso Molina, un proyecto sobre el que Fomento y Concello han mantenido importantes discrepancias en los dos últimos años pero que el propio ministerio mantuvo paralizado, al reconocer el año pasado que no había experimentado avances desde junio de 2014, un año antes del cambio de gobierno en A Coruña.

Los empresarios coruñeses muestran también su preocupación por la mejora de los accesos y de las infraestructuras interiores de los polígonos industriales del municipio, así como por la necesidad de conectar el aeropuerto de Alvedro con la autopista AP-9, un proyecto con el que Fomento siempre se ha mostrado reticente a pesar de la escasa distancia existente entre ambas infraestructuras. También exige la CEC la ejecución del Vial 18, que unirá la tercera ronda con la autopista con el fin de reducir el volumen de vehículos que acceden o salen de la ciudad por Alfonso Molina.

Los empresarios pusieron igualmente sobre la mesa la mejora de la operatividad de la cabecera sur de Alvedro, ya que en sus condiciones actuales motivan el desvío de numerosos vuelos cuando las circunstancias atmosféricas son adversas. Fomento prometió hace más de un año la realización de pruebas con nuevos sistemas de ayuda a la navegación de las que nada se ha vuelto a saber. Contrasta la postergación de la mejora del sistema de aterrizaje en Alvedro con la reciente licitación de un sistema antiniebla para el aeropuerto de Vigo.

La reclamación de la patronal coruñesa pone el dedo en la llaga en la laxitud de las actuaciones de Fomento en la ejecución de infraestructuras claves para el despegue económico de A Coruña. El Ministerio la justificó el año pasado por la excepcional situación de provisionalidad del Ejecutivo entre las dos elecciones generales, pero la aprobación de los últimos presupuestos del Estado, en los que las inversiones para A Coruña sufrieron un gran retroceso, la constatan.

Hay que recordar una vez más que el área coruñesa no solo concentra la mayor generación de riqueza en Galicia, sino que es la principal fuente de ingresos fiscales de la comunidad, con enorme diferencia. Hacienda recaudó el año pasado más de 4.000 millones de euros en la provincia coruñesa, la mayor parte en el área metropolitana de A Coruña, frente a los 1.700 millones, menos de la mitad, de la provincia de Pontevedra, la otra gran fuente de ingresos del fisco en Galicia.

El Ministerio de Fomento, la principal herramienta inversora del Gobierno, tiene el deber de responder a ese gran esfuerzo impositivo coruñés con un proporcional compromiso inversor que, como reflejan las urgentes reclamaciones de los empresarios, no se está cumpliendo y urge corregir.