Cuántos más disgustos puede sufrir el ciudadano español, sin que reviente su corazón?

Llevamos varios años aguantando, día tras día, teniendo conocimiento de la cantidad de millones de euros que toda una "panda" de aprovechados se han llevado para sus casas, altillos de armarios, paraísos fiscales, o gastado de una manera tan hortera como invertirlos en fiestas, donde no faltaba el buen champagne, no cava, y otros complementos de diversión, más bien propios de esos nuevos ricos que tanto existen y se reparten por nuestra geografía nacional. Otros, que miraban más al futuro de sus propios intereses o de aquellos que les daban el sustento para poder comer y beber como verdaderos truhanes, le entregaban todo o más bien parte de lo que recaudaban robando al resto de los españoles, a unas organizaciones políticas que les iban a servir para ganar elección tras elección, ya fuesen estas, municipales, autonómicas o nacionales. En este último caso no era un mal negocio, porque parte de ese dinero robado a los ciudadanos volvía a sus bolsillos en forma de pagos por servicios realizados en las diferentes campañas, bien organizando mítines, romerías, traslados en autocares y bocadillos de todo tipo de ingredientes y sabores regionales.

Mientras los de la "panda" hacían todo lo anterior y se llenaban, pero no se satisfacían, los bolsillos llevándose millones de euros, mediante en muchos casos encareciendo toda una serie de obras por toda la geografía nacional, y en consecuencia, saliéndonos a los españolitos de a pie mucho más caras de lo que realmente era su coste justo, los ciudadanos pagábamos nuestros impuestos con el objetivo de poder mantener ese Estado de Derecho y de Bienestar Social, por el que tanto se había luchado a través de tantos años. Si bien es cierto, que también, ni en eso quisieron participar los de la "panda", porque en perfecta sintonía con el Gobierno de la Nación se aprovecharon de la amnistía fiscal, llamada del Sr. Montoro, pero que era del Gobierno del Sr. Rajoy y que recientemente fue declarada como inconstitucional. Hasta para eso se les ofreció a los de la "panda" salir más beneficiosos que el resto de los ciudadanos de a pie, pagaban el 3% de impuestos por esos dineros no declarados y procedentes de no se sabe donde ni por que métodos.

Cuando uno ya parecía que había superado todo cuanto disgusto pudiera producirse en este país, sin perjuicio de lo que resulte de los distintos procedimientos penales que están abiertos en estos momentos, va el Banco de España y nos dice que: "Se cifra en 60.600 millones de euros las pérdidas por el rescate a los bancos".

Tuve que leer varias veces el titular de la noticia, porque mis ojos no podían dar crédito a semejante cosa. No podía ser que el Gobierno volviese a engañarme una vez más, en mi mente todavía revoloteaban las palabras del ministro de Economía, D. Luis de Guindos, cuando nos decía: "El dinero que se nos facilita por parte del Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, unos 100.000 millones de euros entre dinero en efectivo y avales, para sanear a las entidades financieras españolas no supondrá coste alguno para los contribuyentes". Ahora, nada más y nada menos, que el mismísimo Banco de España nos dice que el 80% del préstamo concedido se da por perdido, y por tanto, tendremos que hacer frente a semejante cantidad de millones, otra vez, los españolitos de a pie. Lo despreciable de esta situación no es ya tanto lo que tendremos que pagar y durante cuanto tiempo, si no, lo que ya hemos perdido durante estos años de crisis en prestaciones sociales, sanidad y formación. ¡Hasta cuando!