En el editorial de LA OPINIÓN (18-06-17) se recoge la queja de la Confederación de Empresarios coruñeses al Ministerio de Fomento para que active las numerosas y antiguas estructuras de su competencia, todavía sin realizar, y se subraya la laxitud ministerial en la ejecución de obras indispensables para el despegue de La Coruña. Nuestra ciudad carece de proyecto desde hace más de una década porque la cortedad de miras de las Corporaciones sucesivas, encabezadas por Losada y Negreira, no acertaron a promover el desarrollo urbano, ni mucho menos han logrado la implicación de la sociedad civil, equipada de ideas y de liderazgo, para sumar energías a la acción política. Las declaraciones de los gobernantes, lo estamos viendo, se pierden en la bruma porque continúan con la mirada en el retrovisor sin haber resuelto los problemas de fondo. Solo asistimos al impacto mediático de los anunciadores de proyectos y, lo que es más llamativo, observamos que cuando más se necesitan líderes aparecen los partidarios del cloroformo. En política deben participar quienes hayan acreditado solvencia profesional y mostrado su amor por la ciudad, valor este insustituible, a veces discordante del discurso de quiénes hoy no distingue la realidad, que se palpa, de sus propias convicciones. En la gestión municipal no caben protocolos polisémicos para que, llegado el caso de colisión con otras administraciones, las propuestas bien estudiadas, acrediten capacidad para superar, asimismo, los méritos de sumisión o de fidelidad ideológica. La Coruña real dista de la municipal. Tiene que fortalecer desde el punto de vista institucional sus dos grandes polos de crecimiento: Inditex y el Puerto. Por eso, se hace necesario que, desde el Ayuntamiento, se ofrezca el acompañamiento exigible para que la ciudad cuente con las estructuras para su despegue y no seguir trazando a lápiz su futuro.

Otrosí digo

Para ser bienvenido, hay que ser bien hallado, máxima que debió haberse puesto en práctica hace algún tiempo para evitar el estado lastimoso de nuestros jardines, singularmente los de Méndez Núñez y la Rosaleda, aliviar el abandono y limpieza de nuestras calles y su seguridad. Del Plan Estratégico de Turismo, no sabemos nada desde hace un año.