El pasado 19 se publicó una información sobre una reciente visita pública a la capilla de Oza, situada junto a los varaderos, en el jardín del sanatorio de Oza, que fue la antigua sede de la parroquia de Santa María del municipio de Oza, trasladada en el XIX al barrio de Monelos. Sobre dicha capilla escribí en 2009, cuando las vetustas campanas aparecieron convertidas -triste disfraz- en maceteros por ese parque. Años después, a punto de conmemorar el aniversario de la anexión del municipio de Oza por parte del de A Coruña, también me refería al templo, aspirando siempre a la vuelta al culto de esa capilla ahora desacralizada. Sin afán reivindicativo, quiero volver a dejar constancia, porque escrito ya está en el minuto que se publicó aquí el 25/05/12, que no ha sido en 2017 la primera ocasión de visitar ese templo, porque hará a cinco años, concretamente el lunes 14 de mayo de 2012, allí estuvimos el inolvidable Pepe Temprano, alma del colectivo Bardos Cultural, y un servidor rezando y dejando un ramo de flores porque la presencia de la Virgen gloriosa de alguna forma por allí permanece. Aclarado lo cual, aprovecho para renovar la aspiración de devolver al culto público ese entrañable rincón coruñés.