El combativo ensayista Evgeny Morozov, el hombre que desmontó las motivaciones cívicas de Facebook y alerta de forma pertinaz contra los abusos de los gigantes tecnológicos, ha lanzado una audaz propuesta como alternativa a la multa de 2.700 millones de dólares impuesta por la Comisión Europea a la multinacional en la que se encuentra Google, Alphabet, por vulnerar la competencia en el mercado de las búsquedas por Internet. Morozov lanza la idea de que todos los datos que se generan en un país se almacenen en un fondo de datos nacional, del que todos los ciudadanos pasarían a ser copropietarios o un fondo paneuropeo en el caso del continente.

¿Y por qué esa desconfianza de las multas como "castigo"? Sencillo: regular a titanes tecnológicos es harto complicado porque, cuando se encuentran con normas nuevas que los perjudican, tienen armas más que suficientes y recursos inagotables para encontrar una vía novedosa que les permita esquivarlas pasando a unas tecnologías más rompedoras que estén pendientes de la correspondiente regulación. Morozov es muy pesimista en un reciente artículo y sostiene que Alphabet, que había anunciado que seguiría mostrando anuncios personalizados pero dejaría de analizar los correos electrónicos para ajustar esa publicidad "a medida", dispone ya de "tantos datos sobre cada uno de nosotros que cualquier nuevo correo electrónico entrante añade muy poco contexto adicional. En segundo lugar, resulta evidente que Alphabet, debido a la competencia de Microsoft y Amazon, considera que sus clientes empresariales de pago son fundamentales para su futuro. Y está preparada para utilizar todas las ventajas de las que dispone en el ámbito de los datos para destacar sobre el resto, por ejemplo, desplegando su increíble inteligencia artificial para seguir analizando los mensajes en busca de virus y de malware".

El ensayista bielorruso destaca en su texto que los datos "no son como cualquier otra materia prima, y los mercados de datos no son como cualquier otro mercado. Si de verdad queremos aprovechar todos los conocimientos que se obtienen al unir distintos conjuntos de información, es evidente que ésta debería pertenecer a una sola entidad, pero no tiene por qué ser una gran empresa tecnológica como Alphabet". Y ahí viene la revolucionaria propuesta: que toda la información que se genera en un país se almacene en un fondo de datos nacional, "del que todos los ciudadanos serían copropietarios. Quien quisiera crear nuevos servicios empleándola, tendría que hacerlo en un entorno muy competitivo y muy regulado, y tendría que pagar una parte correspondiente de sus beneficios por usarla. Esta posibilidad asustaría a las empresas tecnológicas mucho más que la perspectiva de una multa".

Y es que, ¿qué son 2.700 millones de dólares para Google? Calderilla.