Las cosas han cambiado. La economía vuelve a crecer (a un ritmo del 2,3%), la media de paro (9,1%) está bajando y la mejora se debe -en gran parte- a la acción del BCE. Además Trump ha hecho de vacuna y ni a Wilders ni a Marine Le Pen les fueron bien sus elecciones. Y la previsión es que Alemania, tras las del domingo 24, siga gobernada por el centro proeuropeo, aunque la extrema derecha -con resultados muy inferiores a los temidos hace un año- entrará en el Bundestag por primera vez.