Estoy convencido que en estos momentos de la historia, estamos padeciendo una verdadera crisis de dirigentes políticos con la suficiente capacidad e inteligencia para ser capaces de poner y dar soluciones a los problemas tan graves en los que estamos inmersos, problemas que en la mayoría de los casos no los creamos los propios ciudadanos, sino que fueron esos mismos dirigentes incapaces los que los han provocado. A modo de ejemplo podemos ver lo que está pasando en las relaciones internacionales y en el propio país, como es el caso del presidente Trump con los conflictos internos en EEUU, o en sus relaciones con determinados países asiáticos, Corea, Irán. Otro ejemplo claro de incapacidad política es la del presidente Maduro, que está dejando Venezuela con sus bravuconadas como un solar, o el presidente de Corea del Norte, o el mismísimo Putin desestabilizando a media Europa, etc.

También en nuestro país estamos padeciendo esta carencia de verdaderos políticos con ganas y capacidad para resolver los problemas políticos, tan graves como los que tenemos planteados en estos momentos, como son: La precariedad laboral, la crisis económica, el recorte de derechos sociales, la desafección por parte de la mayoría de nuestros jóvenes por la política, el desempleo o el desprestigio de muchas de nuestras instituciones pilares de un verdadero Estado de Derecho.

Concretamente. me refiero en el caso de España al Sr. Rajoy y al Sr. Puigdemont. Ambos están "jugando" al gato y al ratón. Sr. Rajoy: "dime si o no" a una pregunta que no se planteó en el Parlament de Catalunya y por parte de Puigdemont, respondiendo con una petición de negociación que nada tiene que ver con lo que se le planteaba. Ver para creer y, mientras tanto, la sociedad española debatiéndose entre los partidarios de una cosa o la otra, la economía española y la catalana empeorando día a día, la Bolsa rebotando como una pelota y el mundo mirando para nosotros como si fuéramos un país tercermundista.

En mi modesta opinión, nunca se llevó a cabo una declaración de independencia por parte del presidente de la Generalitat: "Asumo el mandato del pueblo de que Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república". ¿Cuándo? ¿Cómo? se trata de una mera y simple aspiración ideológica, tan respetable como la de aquellos que dicen ser republicanos y aspiran y desean que España lo sea en algún momento. Algo semejante se puede decir respecto a la segunda parte de su intervención: "Proponemos que el Parlamento suspenda los efectos de la declaración de independencia". Evidentemente el Parlamento no votó ni decidió nada ese día.

La "talla" de los grandes políticos se ve cuando tienen que dar soluciones a los grandes problemas y, en estos momentos, el de Cataluña es uno de ello. En su momento ya manifesté que ninguno de los dos presidentes actuales, el de España y el de Cataluña, tienen capacidad, cintura política, ni liderazgo para resolver el problema en el que nos han metido al resto de los españoles. Los dos quieren y pretender salir vencedores de este encuentro político, ambos quieren ver a su oponente totalmente abatido y sin posibilidad de recuperación dándole u ofreciéndole al otro una salida digna con la que poder justificar su actitud.

Estoy totalmente de acuerdo en que si se inicia un periodo de conversaciones, el mediador no puede ni debe ser un país extranjero, porque sería tanto como reconocer como soberano a Cataluña, pero si que creo, como indispensable y urgente, que se reúnan ambos presidentes y decidan los asuntos sobre los que hablar y se constituya la comisión paritaria correspondiente.

En el siglo XXl y al ritmo que avanzan los descubrimientos, la ciencia, las tecnologías, y la propia moral, nadie puede entender que no haya que reunirse con su oponente ideológico para tratar de resolver una cuestión política mediante el pacto, la negociación y el acuerdo. Hasta el Sr. Rajoy ha cambiado su parecer y postura con respecto a si se puede o no modificar la Constitución, cuestión esta que me parece una buena y necesaria postura política.

Debemos ser conscientes de que los Derechos Fundamentales se consiguieron siempre y así seguirá siendo, mediante la presión de las personas saliendo a reivindicar tal o cual Derecho, efectivamente la mayoría de las veces recibiendo golpes, cargas policiales y con más de un muerto. No caigamos en ese error, dialoguen, pacten, acuerden y resuelvan el problema de los más graves y preocupantes que tiene España en estos momentos, señores Puigdemont y Rajoy. Demuestren al resto del mundo, que lo único que les mueve a estar en política, es el interés general de España y el bienestar de todos los españoles.