Daily Mail resaltaba que, con poco tiempo de diferencia, mientras el Parlamento catalán aprobaba la declaración de independencia de Cataluña (con la ausencia de los diputados no independentistas), el Senado daba luz verde a la puesta en marcha del artículo 155 de la Constitución, a partir del cual el Gobierno presidido por Mariano Rajoy pasaría a ejercer el control de la administración catalana. Se abría, a su juicio, un período de incertidumbre en la política española.

Paul Mason, analista de The Guardian, se interrogaba por el auge del separatismo (o de un mayor nivel de autonomía) en distintos países europeos, como el caso catalán (en España) o el ya citado de Lombardía y Venecia (en Italia). Y concluía que se debe a una mezcla de los efectos de la austeridad, tras la crisis de 2008 y de mala pericia de los respectivos gobiernos centrales, a la hora de afrontar las insatisfacciones en regiones ricas.

TreceBits señalaba las diferencias de usuarios existentes en redes como Facebook, Twitter e Instagram, según la web norteamericana Sprout Social. Si en el primer caso vemos más presencia de mujeres y personas con ingresos inferiores a 30.000 dólares anuales, en Twitter hay (proporcionalmente) más usuarios con ingresos elevados y alto nivel educativo; en cambio, en Instagram abunda la generación más joven y, también, universitaria.

Politico resaltaba que, desde la irrupción política de Donald Trump, en EEUU, los millennials de aquel país (jóvenes comprendidos entre los 18 y 24 años) pagan más por recibir información online: en concreto, entre 2016 y este año, el porcentaje de norteamericanos en esa franja de edad que paga por suscripciones online a medios ha crecido del 4% al 18%. Publicaciones como New Yorker o The Atlantic han visto crecer sus suscripciones entre jóvenes (hasta 34 años) en más de un 100%, por ejemplo.