Noviembre arrancó con escasas lluvias y no se espera que la sequía que Galicia padece este año se atenúe significativamente hasta febrero, según los meteorólogos. Lejos de tender a remitir, el déficit hidrográfico que ha puesto en alerta a veinte ayuntamientos gallegos se ha agravado con una mayor rebaja del caudal de los ríos y las reservas de los embalses.

Los pantanos de abastecimiento de la demarcación Galicia-Costa, gestionada por la Xunta, se encuentran tan solo al 47% de su capacidad, 16 puntos por debajo de los niveles que presentaban hace un año y con un 25% menos del volumen que tenían en noviembre de 2016: treinta hectómetros cúbicos en el arranque de esta semana pasada frente a los 40,63 de entonces.

El embalse de Cecebre, que abastece al área coruñesa, se encuentra ya por debajo del 40%, un nivel que Emalcsa no califica todavía de emergencia, pero sí de alerta muy preocupante. Jaime Castiñeira, director de la compañía, marcó la línea roja en una entrevista publicada días pasados en LA OPINIÓN: "En A Coruña consumimos más de dos embalses al año, así que un cálculo fácil es que, si en seis meses no llueve, no tenemos agua".

La empresa municipal descarta por ahora los cortes de agua, aunque Castiñeira advierte de que la recuperación del caudal del embalse será lenta. La supresión de baldeos y riegos y la detección de fugas son algunas de las medidas inmediatas a adoptar para impedir que el nivel del embalse de Cecebre descienda hasta un nivel peligroso. Emalcsa trabaja con la previsión de que durante este otoño las entradas y salidas de agua del embalse se igualen en torno a los 1.200 litros por segundo. Esto simplemente estabilizará el actual nivel, sin aumentar significativamente su caudal.

El problema es que nos estamos comiendo una estación, el otoño, y el embalse coruñés precisa varios meses de lluvia constante para recuperar el nivel perdido.

Para afrontar la sequía, Augas de Galicia acordó convocar a los concellos en alerta a una segunda ronda de reuniones para definir un plan de actuación en cada zona ya que las previsiones meteorológicas advierten de que la sequía se extenderá hasta bien entrado el invierno.

Otro tanto se ha hecho desde la Federación Galega de Municipios de Provincias (Fegamp) con los concellos en alerta por sequía. El representante de los municipios en el comité permanente de Augas de Galicia, Alfonso Villares, va más allá del problema puntual de este año y advierte de que es necesario anticipar protocolos de actuación y medidas que garanticen el suministro de agua a las poblaciones ante situaciones de falta de lluvia que cada vez comienzan a ser más frecuentes en Galicia.

El director de Emalcsa hace también hincapié en este aspecto: la sequía ya no es una situación inhabitual en Galicia. Castiñeira recuerda que en Cecebre ya se dieron situaciones de niveles anormalmente bajos de agua por escasez de lluvias en 2008 y 2011, por lo que teme que un periodo aún más prolongado de sequía pueda poner en peligro el abastecimiento de agua al área coruñesa.

Jaime Castiñeira participó en la reunión con Augas de Galicia y, aunque el primer escalón para paliar el problema pasa por reducir el consumo de agua, considera que en el área coruñesa, donde ese consumo está por debajo de la media nacional, la solución consiste en aumentar la capacidad del agua embalsada, un objetivo en el que Emalcsa lleva años trabajando.

La empresa municipal coruñesa ha propuesto a la Xunta anticipar el trasvase de agua del lago de Meirama al embalse de Cecebre y se ofrece a aportar los ocho millones de euros necesarios para acometer las obras. Para Castiñeira, es la única solución que daría al embalse la capacidad de recuperarse.

La Xunta tiene proyectado el enlace del lago de Meirama con el embalse ubicado en los municipios de Abegondo y Cambre, aunque no de un modo inmediato, a pesar de que ya invirtió dos millones de euros en las primeras actuaciones. En el Esquema Provisional de Temas importantes que Augas de Galicia sometió a exposición pública a finales de 2013 como preparación del Plan Hidrolóxico de Galicia 2015-2021, la entidad pública incluyó el trasvase de agua de Meirama como "prioritario" en el apoyo al embalse de Cecebre. Sin embargo, la redacción final del plan hidrológico excluyó esa posibilidad y remitió el análisis de este "caso particular", como el del lago de As Pontes, al momento en que se incorpore al dominio público hidráulico.

Para acelerar el proceso y evitar que tenga que hacerse con carácter de urgencia en un momento de necesidad acuciante, Emalcsa se muestra dispuesta a financiar los trabajos, presupuestados en ocho millones, que incluyen un túnel de 1,3 kilómetros.

El trasvase duplicaría la capacidad de almacenamiento de agua en la comarca, de forma que el abastecimiento quedaría garantizado para un periodo de cien años, ya que el embalse de Cecebre dispondría de forma permanente de un volumen mínimo del 30%.

El Plan de Sequía de la Xunta prevé la reducción del consumo y la modificación del caudal ecológico del río Mero con el fin de que en Cecebre se desembalse menos agua, pero Emalcsa entiende que es necesario buscar otro recurso y que la comarca tiene la suerte de disponer del lago, cuyas aguas considera que tienen suficiente calidad. Para abordar el proyecto, Emalcsa precisa que la Xunta le otorgue antes de las obras una nueva concesión administrativa para la captación de agua en Meirama.

La iniciativa de la empresa municipal coruñesa, que surte de agua a los concellos de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo, Oleiros, Bergondo, Sada, Abegondo y Carral, ofrece una solución que va más allá de un parche puntual y busca garantizar en el futuro un abastecimiento vital para un área de medio millón de habitantes.