Mientras que en el alto de Fiouco había niebla y lluvia, en Foz lucía el sol y, caminando por el puerto, la brisa nos alegraba el paseo. Así de cambiante es la Mariña lucense. Al paso reparamos en unos paneles que anuncian rutas y senderos con recorridos que animan a caminar y a conocer las maravillas de estas tierras porque además del clima, las playas y la gastronomía, hay más tesoros que descubrir. Leemos la explicación y vemos la cartografía del llamado camino natural de san Rosendo, que va de Foz, pasando por san Martiño y Lourenzá hasta Mondoñedo. Son 32,30 km. Una buena tirada, para disfrutar y hacer realidad el ¡menos plato y más zapato!, plan de adelgazamiento tan recomendado y barato. Pero hay otras rutas más asequibles: la ruta de las playas, de 17 km; y la del río Ouro de 12 km con dificultades bajas -es decir que las supera cualquiera-; en cambio las rutas de Cornería, de 19 km, y la de A Frouxeira, de 24, ya son con dificultad alta. Bienvenida sea esta proliferación de rutas, para todos los gustos y capacidades, por tierras de Galicia.