Nuestro alcalde insiste en sus quejas sobre la renuencia de Fomento en resolver los problemas estructurales que afectan, básicamente, al desarrollo de nuestra ciudad, constreñida en sus accesos y en la definición de su fachada marítima, retrasos de añares que ya hemos padecido en la ampliación del aeropuerto de Alvedro. Es esta -los retrasos difíciles de justificar- una regla no escrita que suele cumplir el Gobierno central y la Xunta con las administraciones de distinto signo político, asunto endémico que no se resuelve con bravatas, ni con pancartas a las puertas del Palacio Municipal. Prudencia, habilidad y discreción deben ponerse a punto, especialmente en temas de competencia ajena, a la hora de formular cualquier aspiración legítima y evitar que, inicialmente, no se quiebre el impacto del guión. También sustituir la ideología por la información y, sobre todo, en las propuestas a Fomento y a la Xunta -donde no faltan elementos reactivos-, eludir cualquier matiz que ponga trabas a la franquicia de opiniones divergentes. La reunión de alcaldes limítrofes no puede constituir un sustitutivo de la proyectada área metropolitana, máxime si desde alguna pedanía surgen protagonistas que recuerdan a Tony Montana (Al Pacino en la película El precio del poder), que tanto gustaba a Fidel Castro. Montana decía: "Yo lo que tengo son mis huevos y mi palabra". En política, la palabra sigue devaluada, de manera más acusada en los populistas, que siguen en la utopía retro, en la demagogia y en el desconocimiento de la amabilidad, como afirmaba la escritora catalana Mercedes Salisachs "y además tratan mal al servicio".

Otrosí digo

La realidad nos indica que el Centro de Salud de Santa Lucía y el Proyecto Cárcere deben ser reconsiderados: el Centro de Salud, dada la topografía de la zona, es aconsejable instalarlo en el Mercado municipal, como aconsejan los vecinos; y el Proyecto Cárcere, hay numerosas ideas como el Museo marítimo y de Faros, de César Antonio Molina; o un Centro de Moda que albergará la exposición de los grandes diseñadores gallegos, etc. Hay que separarse del mensaje performativo. El voluntarismo solo sirve para vivir somnolientos en la utopía.