The New York Times reseñaba la reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, de Estrasburgo, en el sentido de que la Justicia española se equivocó al condenar a dos independentistas catalanes, en 2007, por quemar fotos del Rey. Dicha acción no sería constitutiva de delito, sino que quedaría amparada por el ejercicio de la libertad de expresión, propio de una sociedad democrática.

The Guardian resaltaba que, 30 años después de la epidemia de drogadicción que afectó a gran parte de los núcleos urbanos españoles, la proliferación de narcopisos (o apartamentos vacíos aprovechados por los traficantes) en ciudades como Barcelona, Madrid, Sevilla o Valencia, son un recordatorio de que la heroína está lejos de haber desaparecido. Eso sí, con modernidades: ahora, los traficantes usan aplicaciones para ayudar a los clientes a localizar mejor los puntos de venta de la droga.

Business Insider España destacaba que los salarios en la red social Facebook no se determinan a partir de una negociación, entre empleador y empleado, sino en base a una fórmula matemática. Según su vicepresidenta de Recursos Humanos, Janelle Gale, desde Facebook se cree que un sueldo determinado por un toma y daca no es justo, ya que solo premia a los buenos negociadores. El sueldo base medio en esta red social es de 95.000 euros anuales.

Clases de Periodismo se hacía eco de un informe elaborado por BuzzSumo, a partir de una muestra de 100 millones de publicaciones en redes sociales, donde se llegaba a la conclusión de que la gente comparte menos los contenidos y, en concreto, que los vídeos virales parecían los más perjudicados. La caída podría deberse a los cambios en el algoritmo de Facebook y a un cierto grado de aburrimiento con las publicaciones virales, por parte de los usuarios.