Pese a la aciaga campaña de nuestro R.C. Deportivo, en estos días de fútbol internacional la aerofagia verbal y el forofismo invaden canales, periódicos y emisoras radiofónicas, como una suerte de antesala de la próxima cita mundial en Rusia. Al Deportivo solo le queda, como ancla de salvación, un milagro. Arsenio e Irureta acostumbraban en algunos trances a llevar a los deportivistas al Santuario de Pastoriza y, en el terreno de juego, instalaban una defensa de cinco zagueros. En uno de los países más forofos del fútbol, Argentina, privilegiado por haber sido sabiamente elegido, "Dios es argentino", se dice, las derivadas futboleras lo tienen siempre (a Dios) como protagonista. A Gómez de la Serna le llamaba la atención que en la prensa porteña la palabra "Dios" se escribía con minúscula, mientras que la del "Intendente" (alcalde) se expresaba en mayúscula. Ahora, con un Papa argentino y futbolero, del San Lorenzo de Almagro con un fondo de castellanía vieja, se recurren a las metáforas. No es herencia de Borges porque las frases borgianas quedaban acuñadas. En la jerga popular criolla han circulado "La mano de Dios", de Maradona, una capilla en su honor en Flores, barrio donde nació Di Stefano, "Bianchi tiene línea directa con Dios"; derivadas que han llegado a Barcelona, donde "Messi es Dios". Estos rasgos anecdóticos explican el complejo de superioridad que, desde la cuna, se siente en Argentina como una señal de hipernacionalismo que la transfigura. En el vecino Portugal, la devoción popular tiene sus ídolos Cristiano, Cuaresma, Espíritu Santo. Todo es más sosegado, el paisaje, la primavera florida del abril, tan distinta de la soledad que impone la inmensidad de la Pampa. Messi y Cristiano, o viceversa, polarizan la atención con trato mediático diferenciado. En España, la información futbolera en manos del monopolio de la misma factoría, reverencia a Messi en la Ciudad Condal y cuestiona a Cristiano en Madrid. Para uno prima el valor de las apariencias; el otro, como buen argentino, solo confía en sí mismo.

Otrosí digo

Con la famosa chilena de Cristiano Ronaldo llegó el maná de los Presupuestos del Estado. Para La Coruña ha traído cosmética para Alvedro, augures para el ferrocarril a Langosteira, o sea, nada. Aquí seguimos con el "camino inglés", pero la tumba de Sir John Moore, en el Jardín de San Carlos, sigue en estado lamentable.

PD. En el artículo El alcalde peregrino (LA OPINIÓN 4-04-18) sobre la Asociación de Periodistas del Camino y su reunión en Santo Domingo de la Calzada, se ha omitido por error el siguiente párrafo: "El titular de la Asociación de Periodistas compostelanos, Luis Menéndez, alertó de la creciente turistificación del camino que se ha convertido para muchos en una opción de turismo low cost y ha provocado su masificación y pérdida de valores".