Los 'mareantes' y el mástil socialista

Ante las elecciones del próximo año, las dudas que se ofrecen al ciudadano son: saber si los "mareantes" coruñeses seguirán atados al mástil socialista y si estos necesitarán el corsé "podemita", es decir, continuar haciendo florituras con el actual equipo gobernante. El bipartito municipal PSOE-La Marea, a poco de finalizar la legislatura, da vueltas y más vueltas para quedar en el mismo sitio, sin haber superado la incuestionable asignatura de la realidad. Entre la nueva dirigencia provincial socialista y su elenco municipal se advierten discordancias o falta de acoplamiento, producto de una dirección sin asentarse y excesivamente abarcadora en las plurales actividades de su batuta. El visionario Luís Villares no se entiende con las Mareas, aunque señala: "O goberno nas cidades do cambio sérvenos de buque insignia para presumir das políticas que queremos facer". En La Coruña registramos falta de autoridad en el capítulo de los okupas, pésima gestión en la Falperra con el mercado y el centro de salud y energía excesiva gastada en asuntos para los cuales el Municipio carece de competencias, v.g. Área Metropolitana, terrenos del litoral del Parrote y el abandono de la avenida de la Marina. En el capítulo cultural, se observa que la actividad, condicionada siempre por el criterio oficial, suele estar sujeta al lenguaje vernáculo. Menos mal que ha reaparecido la Hipatia coruñesa con su "ferr menta" "Vía galega" para "proteger la lengua y la cultura del país, la autodeterminación y el ahorro de los gallegos". María José Bravo, que así se llama, de la UPG- marxista-leninista del BNG, en su época de concejal permitió que se arrumbase el Ballet gallego y pretendió hacer lo propio con la Orquesta Sinfónica de Galicia por considerarla "elitista". Otra política visionaria