Pero la otra noticia -la ruptura del pacto nuclear con Irán- es mucho peor y ha generado preocupación e indignación en todo el mundo (excepto en Israel y Arabia Saudita). Primero porque fue un pacto laboriosamente conseguido en el 2015, durante la presidencia de Obama, que generó un gran consenso internacional. Las consecuencias para Oriente Medio, para Europa y para el precio del petróleo de la decisión de Trump sólo pueden ser negativas.