Las primarias demócratas han llegado virtualmente a su fin. Bernie Sanders no quiere dar la batalla hasta el final, al revés de lo que hizo hace cuatro años en su mano a mano con Hillary Clinton. Aquella fractura le costó al Partido Demócrata perder las elecciones contra Trump y por eso han arreciado las voces que le piden despejar el camino a Joe Biden. El exvicepresidente de Obama genera dudas, pero está mucho mejor posicionado para disputar la presidencia. El rechazo que genera Sanders contrasta, sin embargo, con el impacto ideológico de su campaña. Hay precedentes en EEUU de candidatos que cosecharon estrepitosos fracasos pero marcaron la línea de sus respectivos partidos, como Barry Goldwater o George McGovern.