-¿Existe una relación directa entre el estrés y los ruidos generados en las grandes ciudades?

PROYMA: El pasado día 25 de abril se celebraba el día mundial contra el ruido, en el que se trata de concienciar sobre los efectos nocivos del exceso de ruido al que estamos expuestos diariamente en nuestras ciudades. Por este motivo, la OMS (Organización Mundial de la Salud), expone en numerosos artículos y comunicados la contaminación acústica a la que estamos sometidos, aumentando en las personas que la sufren los niveles de estrés, irritabilidad, hipertensión, dolores de cabeza, taquicardias, fatiga, sordera, problemas cardíacos, etc. Evidenciada la importancia que plantea el problema de la contaminación acústica, se elabora la legislación para poner remedio al exceso de ruido. De este modo, se establecen unos niveles máximos de emisión en función del horario y zona de afección en la que se emita; se establecen unos niveles de aislamiento mínimos exigibles para una habitabilidad adecuada en vivienda y se exigen unos niveles máximos de potencia acústica en equipos y máquinas en puestos de trabajo, exigiendo medidas correctivas en las máquinas que no los cumplan. El trabajo de una ingeniería acústica es controlar que los niveles sonoros y aislamientos requeridos por la legislación vigente, emitiendo informes favorables en caso de cumplir con lo establecido, diseñando medidas correctoras en caso contrario. El trabajo previo de ingeniería acústica es una garantía de eficacia, además de reducir los costes de la obra, pues la solución será ajustada y personalizada a las necesidades de cada caso.

-Soy músico y miembro de una orquesta por lo que estoy en contacto con sonidos elevados. ¿Qué me recomienda para proteger mis oídos?

CHRISTOPH SCHNITZLER, DIRECTOR DE AUDIAS: Las posibilidades que hay actualmente en el mercado para cualquier músico que se exponga a niveles de presión sonora elevados (85dB A aproximadamente según el RD 286/2006, aunque hay que tener en cuenta el tiempo de exposición del individuo) son dos. No hay que olvidar que es una protección suplementaria a la conseguida con el resto de métodos técnicos y organizativos de la orquesta, grupo musical o empresa. La primera opción sería el uso de protectores auditivos (tapones), pero no cualquiera. No es recomendable para música el uso de tapones moldeables ya que estos sellan el oído e interfieren en la percepción musical y verbal. El efecto de oclusión que produce distorsiona la percepción sonora atenuando excesivamente las frecuencias agudas y no tanto las frecuencias grave. Una buena solución es el uso de tapones de diseño fijo (forma cónica), con varias pestañas flexibles, para adaptarse al conducto auditivo. En este tipo de tapones, hay modelos específicos para música, que tienen atenuaciones uniformes e intentan modificar lo menos posible la percepción sonora. Es muy importante el adecuado ajuste en el conducto auditivo para conseguir su máxima eficacia. Por último, dentro de los protectores auditivos, la solución más sofisticada para el músico sería la de los tapones personalizados. Estos ofrecen la máxima comodidad por estar fabricados en silicona hipoalergénica, y ajustados perfectamente en el oído del usuario. Además cuentan con distintos filtros que reducen el nivel sonoro en 9, 15 o 25 dB dando la máxima garantía en una atenuación plana y uniforme debido al perfecto ajuste en el oído.