A lo largo de 2008 tuvieron que enfrentarse a una intervención quirúrgica 217.613 gallegos, casi diez mil más que durante el año anterior. La mayoría fue operada en los hospitales públicos directamente dependientes del Servizo Galego de Saúde, pero un 14,7% del total -27.947 personas- fue desviado a clínicas concertadas de la comunidad. El envío de pacientes del sistema sanitario autonómico a centros privados no es una novedad, sino una tendencia creciente durante los últimos años.

Sólo de 2005 a 2008, durante la legislatura gobernada por el bipartito y según consta en las memorias editadas por el Sergas, el porcentaje de enfermos que ha pasado por una operación en los centros privados de la comunidad -ya sea con ingreso, ya sea ambulatoria- se ha incrementado en un 25,9%, pasando de los 22.193 pacientes del año en el que la coalición entre socialistas y nacionalistas se hizo cargo de la Administración autonómica, a los 27.947 registrados en 2008.

Si en 2005 los intervenidos representaban el 12,9% del total, en 2008 suponen ya casi un 15%, aunque el crecimiento ha sido progresivo: durante 2006 su peso era del 12,3% sobre el total y a lo largo de 2008 ya había ascendido al 13,6%.

No obstante, una línea similar de incremento, aunque no tan acusada, ha corrido paralela: el número de intervenciones totales. Cada año, más ciudadanos se operan, ya que en el período analizado ha habido un incremento de las cirugías realizadas en hospitales de titularidad pública de un 10,4%, desde las 171.758 de 2005 a las 189.666 contabilizadas durante el año pasado.

En la memoria del Sergas no se contabilizan las intervenciones en la clínica de Povisa de Vigo como derivadas a centros concertados, sino que se incluyen en el cómputo de la pública, por lo que al final la provincia en la que más pacientes acabaron en un centro privado durante 2008 fue A Coruña, con 14.449, más de la mitad del total. Lugo y Ourense están a la cola, con 3.828 y 3.595, respectivamente, mientras que en Pontevedra se registraron 6.075, el 21% de los casos.

Si las estadísticas de la clínica Povisa se sumaran a las concertadas, habría que añadir 14.164 pacientes más en Pontevedra y ésta sería la provincia en la que más intervenciones se desviarían a la privada. En los centros privados y en las fundaciones sanitarias, el Sergas realiza también ciertas pruebas o tratamientos específicos, como la diálisis, las terapias con medicina nuclear, radioterapia y quimioterapia -en el ámbito de la oncología- y las de rehabilitación y logopedia.

Así, a 221 enfermos se les practicó una litotricia (técnica para la eliminación de cálculos renales) durante el año pasado, todas ellas en la clínica de Povisa, mientras que 856 pacientes fueron sometidos en clínicas privadas de la comunidad a procesos de hemodiálisis.

Ambos son cifras insignificantes si se las compara con los 92.832 pacientes atendidos por logopedas y todavía más si se toma como referencia a los 330.995 gallegos que se sometieron a técnicas de rehabilitación en algunos de los diez centros contratados por la consellería que dirige Pilar Farjas.

Los tratamientos de medicina nuclear, radioterapia y quimioterapia se concentraron en dos lugares: Povisa, en Vigo, y el Centro Oncolóxico de Galicia, en A Coruña. Casi siete mil gallegos tuvieron que recurrir a la quimioterapia en uno de estos centros para tratar un tumor.