No dudan en seguir adelante con su embarazo pero al llegar el momento de dar a luz renuncian a sus hijos porque las condiciones económicas o personales que viven no les permiten hacerse cargo de ellos. Esta es la situación a la que han tenido que enfrentarse ocho mujeres en Galicia durante los primeros seis meses del año. Más de la mitad de los casos (cinco) se registraron en hospitales de la provincia de A Coruña, seguida de Pontevedra (dos) y Lugo (uno), según los últimos datos de la Consellería de Traballo e Benestar. De seguir la misma tendencia, el balance a final de año podría ser similar al del 2008, cuando 19 madres entregaron a sus hijos en adopción tras el parto.

Desde la Xunta aseguran que no hay un perfil único de las mujeres que renuncian a sus hijos pero sí ciertos rasgos comunes. La mayoría son ciudadanas con falta de recursos económicos o que proceden de familias desestructuradas. Además, también hay toxicómanas, adolescentes que habían ocultado el embarazo a los padres e inmigrantes con problemas económicos y sin apoyo familiar en el país.

Pero renunciar al bebé no es algo que pueda decidirse a la ligera. Por ello, los servicios sociales de los hospitales se encargan de informar a las madres de todas las alternativas que existen antes de entregarlo en adopción para que sepan que no es el único camino. "Además de las ayudas económicas, lo más habitual es el programa de acogida temporal, es decir, que el niño viva con una familia durante varios meses hasta que la madre biológica pueda hacerse cargo", señalan desde Benestar. Si pese a todo la madre se mantiene firme en su decisión de entregar al niño se le da un plazo de un mes para que se lo piense. Pasados los 30 días estipulados, los servicios sociales vuelven a entrevistarse con la madre y en algunos casos con sus familiares directos para que la mujer tome su decisión final.

Dicha la última palabra, se activa el protocolo de adopción. Antes, durante el mes de plazo, entra en juego Cruz Roja, quienes gestionan desde 1996 -en colaboración con la Xunta- el programa de Acogida Familiar. Al tratarse de bebés recién nacidos, los niños no van directamente a un centro de menores sino que pasan su primer mes en casa de una familia de acogida. "Es un tipo de acogimiento especial, donde los padres de acogida no tienen ningún tipo de relación con los biológicos y limitado a un máximo de 30 días", señala la psicóloga y responsable del programa en Cruz Roja A Coruña, Cristina Alles.

La necesidad de encontrar un hogar de acogida para un recién nacido llega de un día para otro y por ello, Cruz Roja dispone de una lista de familias dispuestas a asumir esta responsabilidad en cualquier momento. "Ahora mismo no tenemos ningún bebé en acogida pero hay familias que si llega uno están listas para acogerlo", sostiene Alles. Con los datos disponibles en cada provincia, la Xunta elabora dos listas diferentes para acoger a pequeños en su primer año de vida: el listado de solicitantes de toda la comunidad (en donde es obligatorio tener menos de 40 años) y las provinciales, donde los padres de acogida pueden superar sin problemas esta edad.

Pero el programa de Acogida Familiar de Cruz Roja no sólo está destinado a bebés sino a cualquier menor cuyos padres no pueden hacerse cargo de él de forma temporal. Durante el periodo en el que dure la acogida, los pequeños mantendrán el contacto con la familia biológica a través de visitas semanales o durante el fin de semana.

Ahora mismo hay 68 menores que se encuentran con 47 familias de acogida en A Coruña pero siempre queda quien no encuentra un hogar. Desde Cruz Roja piden gente dispuesta a encargarse de algún pequeño. Sólo hay dos requisitos: tener ganas de dar cariño y ayudar.