Los últimos días en los pasillos y despachos de la Secretaría Xeral de Política Lingüística, mano a mano con la Consellería de Educación, han sido "intensos" para presentar el texto final del nuevo decreto. Dos meses para escuchar las recomendaciones de más de treinta instituciones con mucho que aportar, incorporar cambios e intentar contentar a padres, centros, etcétera. Para Anxo Lorenzo, con esta "hoja de ruta", han conseguido diseñar el decreto del equilibrio: "Es lo que la sociedad gallega demanda".

-Las instituciones consultadas pedían a la Administración fijar el idioma de las materias en el nuevo texto. ¿Por qué sólo lo han hecho en parte?

-Aparte de las tres materias lingüísticas elegimos dos asignaturas en Primaria con un peso horario tremendo. En Secundaria son seis en total. En ambas etapas de un modo equilibrado entre gallego y castellano. Al hacer esta recomendación pedagógica recogemos el sentir de la mayor parte de las instituciones y entidades consultadas, que nos pedían que reguláramos el máximo número de materias. Cumplimos con nuestro papel como reguladores y les damos pautas a los centros para mejorar su gestión y no recargarlos de trabajo. Estamos cumpliendo lo que nos solicitaron.

-Por un lado, asignan un idioma a ciertas materias pero, por otro, los padres tienen la última palabra. ¿Regular es compatible con que los padres elijan?

-Sí. Fijamos un criterio pedagógico en función de la responsabilidad que tenemos como Administración y, al mismo tiempo, damos vos a las familias por si en algún centro, la mitad mas uno, considera que debe ser al revés. Dejamos esa puerta abierta para que las familias tengan la posibilidad de expresarse directamente en las troncales y, en el resto de materias, a través de los consellos escolares.

-¿Temen que se creen diferencias entre centros?

-Puede haber diferencias, claro, pero no creo que sea problemático. El objetivo es adquirir competencia plena en las dos lenguas cooficiales. Que un alumno estudie una materia en una lengua y otro en otra, en función de lo que decida cada centro, no repercutirá en el objetivo final.

-¿Cómo y cuándo va a ser la consulta directa a los padres sobre las troncales?

-Lo diremos una vez aprobado el decreto y se desarrollará con una orden. Para aprobar el texto aún quedan trámites (Mesa Sectorial, Consello Escolar y Consultivo). La Asesoría Jurídica de la Xunta trabajó con nosotros en la elaboración de la norma pero todavía no emitió su informe preceptivo.

-¿En qué idioma estarán los libros de texto?

-La libertad para que los alumnos se expresen, escriban y hagan los exámenes en la lengua que deseen se aplica también al material didáctico. Los libros oficiales, los que la Xunta subvenciona por el sistema de préstamo, estarán en la lengua de la materia pero cada familia, si lo considera oportuno, podrá disponer del libro que quiera en la lengua que quiera.

-¿Comprándolos?

-Sí. El alumno podrá utilizar el libro que desee.

-Libertad de idioma en el aula. ¿Qué recomienda?

-Debemos procurar, como docentes y como familias, animar a nuestros hijos a utilizar la lengua de la materia dentro de ese marco de libertad.

-La responsabilidad del reparto es para padres y centros.

-Nosotros marcamos un camino, como gestores: unas pautas de juego marcadas por el decreto. Y repartimos el protagonismo entre padres y centros. La opinión de las familias es vinculante siempre que lo decida la mitad más uno. En la redacción actual no figura esa palabra, pero queda más claro y descriptivo. Es legal y coherente en el actual marco sociolingüístico.

-¿Por qué hay una parte de los estudiantes que tiene menos competencia en gallego?

-No podemos cargar todas las tintas de la recuperación social del gallego en el ámbito de la enseñanza. Competencia es un concepto muy discutido. Todos tenemos más competencia en una lengua que en otra.

-¿Han tenido más presión por parte de los sectores urbanos? ¿Pesó mucho el compromiso electoral?

-Dentro del partido del Gobierno hubo unanimidad y este perfil de decreto es adecuado también para la militancia del PSdeG y parte del electorado del BNG que no quiere inmersión en gallego. El programa electoral está para cumplirlo y, evidentemente, es la base sobre la que se construye el decreto.

-Se suaviza la idea de los tres tercios. ¿Demasiado ambiciosa?

-Este texto sigue siendo ambicioso, pero ahora es ambicioso y realista al mismo tiempo.

-¿En algún momento se pensó regular la parte la privada?

-No lo permite la Ley Orgánica de Educación. Pero hubo peticiones por parte de los centros privados.