Las universidades gallegas absorben cada vez más recursos a pesar de que sus aulas tienen cada año menos alumnos. En la última década se perdieron casi 30.000 estudiantes, una sangría que coloca a Galicia como la tercera comunidad autónoma, después de Asturias y País Vasco, en la que más se redujo la matrícula de universitarios (un 31% menos). Y a pesar de que las facultades están ahora más vacías, la financiación del sistema universitario gallego se incrementó un 62% en ese mismo periodo hasta alcanzar los 349 millones el pasado año. La ventaja es que las tres universidades cuentan ahora con más del doble de presupuesto por alumno que en el periodo 2000-2001 -un 147% más-.Pero esto para los tres rectores no es suficiente. Se niegan a ser víctimas de los recortes presupuestarios a los que obliga la crisis y están dispuestos a dar la batalla en el nuevo modelo de financiación que ahora se está negociando con la Xunta para duplicar el peso del gasto universitario sobre el PIB -pasando del 0,7% actual al 1,5-.

Aunque Galicia aún está lejos del 1,2% de media que invierten los países europeos en relación a su Producto Interior Bruto, también es cierto que comparativamente con otras autonomías, la gallega está en mejor posicionada.

En el documento elaborado por el Ministerio de Educación que sirve de base para negociar la futura financiación universitaria se comparan los coeficientes de esfuerzo per cápita de cada comunidad, en los que se expresa lo que representan las transferencias de las universidades por cada estudiante en el conjunto de la participación sobre el producto regional bruto por habitante. Galicia es la sexta con mejores indicadores (26,76), sólo por detrás de Andalucía, Cantabria, Castilla-La Mancha y Navarra. En cuanto al gasto por alumno también se encuentra ligeramente por encima de la media española. La invesión gallega es de 9.541 euros por universitario, frente a los 9.442 del conjunto del Estado.

Y, sin embargo, a pesar de que la universidad consume cada vez más recursos, su matrícula se desploma año tras año. Según la estadística de Enseñanza Superior en España, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, las universidades gallegas tenían matriculados en el curso 2000-2001 a 95.775 estudiantes, una cifra que se redujo a 66.070 el pasado curso. A pesar de que en España en el último año aumentaron las matrículas un 0,4%, Galicia mantuvo su tendencia a la baja y redujo un 2,6% su volumen de estudiantes.

La caída demográfica y el descenso de la población joven en edad universitaria pueden explicar, en parte, el bajón en las matrículas, pero a esto hay que añadir la pérdida de atractivo de buena parte de las titulaciones del sistema universitario gallego. Una de cada cuatro carreras -un total de 18- ha perdido más de la mitad de sus alumnos en la última década.

La mayoría son de letras, pero destaca el gran descenso experimentado en la matrícula de las ingenieras relacionadas con el medio rural. La titulación de Ingeniería Técnica Agrícola, por ejemplo, tiene ahora sólo una cuarta parte de los estudiantes que acogían sus aulas hace una década. La facultad de Ingeniería Técnica Forestal ha pasado de albergar 1.937 alumnos a tan sólo 586 el pasado curso. La tercera que sufre más descenso es la carrera de Matemáticas. Sólo 240 universitarios se matricularon el curso 2008-2009, un 240% menos que hace diez años. La matriculación de Físicas y Químicas también cayó bruscamente en diez años.

Sólo 18 de las 72 titulaciones distintas con las que cuenta el sistema universitario gallego han incrementado su alumnado. Una de ellas ha sido Medicina (188 plazas más), una de las carreras más demandadas que además tiene números clausus.

Y a pesar de bajar el volumen de estudiantes, se han abierto once nuevas facultades en diez años. Así se crearon tres titulaciones de la rama de comunicación audiovisual, en A Coruña, Pontevedra y Santiago, una nueva de Administración y Dirección de Empresas, una titulación de Documentación y varias ingenierías.

Ahora el sistema universitario gallego afronta el reto de adaptarse al Plan Bolonia y muchas de esas titulaciones se reestructurarán, aunque en la práctica se mantendrá la misma oferta de estudios.

De momento, la Xunta ha decidido no tocar el mapa de títulos universitarios para evitar duplicidad de facultades en más de un campus, algo que siempre ha sido muy cuestionado sobre todo teniendo en cuenta que hay menos alumnos.

En Galicia hay, por ejemplo, un total de cinco facultades de Empresariales, cuatro de Químicas y hasta ocho de Enfermería.