Ellas son las protagonistas y quienes manejan la batuta durante todo el parto: deciden en qué lugar, cómo y a qué ritmo su hijo llegará al mundo. Son las madres que eligen dar a luz en casa. Pese a que en España casi todas las mujeres acuden al hospital en el momento de parir, en países como Holanda, hasta un 40% de los partos siguen realizándose en casa. Una opción que cada vez demandan más gallegas que intentan huir de la "deshumanización" del parto que se produce en los hospitales, según aseguran en la Fundación Eomaia, de ayuda a las embarazadas de toda Galicia.

El objetivo es lograr un parto lo más natural posible, donde la intervención médica se limite a situaciones de emergencia. "En casa, la mujer decide en qué postura quiere que se produzca el parto, se respetan los tiempos de dilatación y se favorece la fisiología normal", sostiene Patricia Álvarez, de Eoamaia. Para ella, todo son ventajas. "Dar a luz en casa es más sencillo ya que por su naturaleza, los mamíferos se sienten más protegidos y seguros en su hogar. El parto será más fácil si la madre está tranquila, sin el estrés y la tensión que surgen en un sitio desconocido como el hospital, donde todo el mundo te da órdenes. Es sencillo, el ser humano tiene una sabiduría innata, que se une al trabajo previo para prepararse para el parto que ha realizado la madre y su pareja".

El personal sanitario le da la razón. "Como en el fútbol, hay ventaja si se juega en casa. Las madres están más cómodas, más confiadas y además son ellas las que están al mando y toman las decisiones que consideran oportunas en cada momento", señala la presidenta de la Asociación Galega de Matronas, Natalia Pérez, quien asegura que el parto en casa también tiene más ventajas para el bebé: "Debido a su sistema inmunológico, el pequeño está mejor en casa que no en el hospital".

Pero si todavía son pocas las mujeres que se animan a emular a sus madres y abuelas y a volver a parir en casa es por el miedo a que surjan complicaciones. Los expertos aseguran que las probabilidades de que esto ocurra son escasas. "El 80% de los partos son totalmente normales. Está comprobado científicamente que dar a luz la primera vez en casa es igual de seguro que en el hospital y que a partir de la segunda es mejor en casa que en el hospital", señala la matrona Pérez.

Parte de esta seguridad se basa en que quienes optan por el parto en casa no se enfrentan solas a este momento. "El parto se comienza a planificar meses antes de la fecha prevista y todas las mujeres cuentan con una matrona que las asistirá y que las desplazará a un hospital en caso de que surja algún tipo de problema", señalan desde la Fundación Eomaia. Las embarazadas reciben una formación previa de la mano de una doula, persona especializada en partos y que asesorará a la futura madre durante todo el proceso. "Se les dan técnicas para gestionar el dolor como masajes, ejercicios con pelotas, en el agua, con pañoletas... y se les ayuda para que elijan la postura que les sea más cómoda", sostiene Patricia Álvarez. En esta preparación al parto, la pareja también tiene su papel ya que llegado el parto deberá apoyar y ayudar a la madre.

Dar a luz en casa es una opción para las embarazadas, pero que no respaldan las Administraciones. El servicio de una matrona a domicilio no está subvencionado por lo que quienes opten por un parto doméstico deberán desembolsar entre 600 y 800 euros por la asistencia del personal sanitario. Un coste al que que sumar la dificultad de encontrar matronas dispuestas a efectuar este trabajo. "No hay muchas voluntarias porque es algo muy sacrificado. Supone que por cada mujer que atiendas debes estar cinco semanas pendiente del teléfono porque el parto puede ser en cualquier momento", señala la matrona Natalia Pérez.

Los problemas de disponibilidad se unen a la incomprensión que las matronas encuentran entre sus propios compañeros. "El parto en casa todavía está mal visto y cuando por algún problema la matrona tiene que llevar a la embarazada al hospital desde casa, le ponen mala cara", reconocen desde la Fundación Eomaia. "En otros países hay más coordinación entre los hospitales y las profesionales que atienden a domicilio", sostienen desde la Asociación Galega de Matronas.

Pese a las complicaciones oficiales que puede tener plantearse dar a luz en casa, decenas de voluntarios de asociaciones, doulas y matronas gallegas colaboran para que las madres que lo deseen puedan ver cumplido ese sueño. Todo con un claro objetivo: huir de la medicalización y dar a la luz de la forma más natural posible.